Diego Arrabal, uno de los colaboradores más polémicos de Telecinco, ha anunciado en redes sociales que abandona su participación en ‘Viva la vida’ tras tres años trabajando en el programa. Lo mismo le pasó en ‘Sálvame’ hace tiempo. La pregunta es: ¿Se va él o le han echado?
El martes 13 de octubre de 2020, al mediodía, Diego Arrabal publicó el siguiente tuit en redes sociales:
Amig@s : quiero ser yo el encargado de comunicaros que después de más de tres años participando en el programa Viva la Vida llegó el momento de deciros adiós. (jugar con mi hijo los fines de semana no tiene precio) Suerte para todos !!! Gracias
— Diego Arrabal (D.A) (@DIEGOARRABAL1) October 13, 2020
El paparazzi ha sido un colaborador habitual del programa durante los últimos años. Se caracteriza por ser muy directo y por no callarse nada, como bien saben las Campos y Belén Esteban, a quien ha sacado de quicio más de una vez.
De hecho, su última polémica la protagonizó con Carmen Borrego, quién le contestó con el ya famoso “Cómeme el potorro”.
La despedida de Arrabal, así, sin hacerlo en el programa, suena muy extraña.
Puede que sí que necesite más tiempo para estar con su hijo pero es raro que se despida de esta manera, como por la puerta de atrás
Y es que no es la primera vez que ocurre esto.
La marcha de Diego Arrabal de ‘Sálvame’
Sucedió en marzo de 2019, después de que la exactriz porno María Lapiedra, pareja del colaborador de ‘Sálvame’, Gustavo González, destapara que Diego Arrabal se había sentido atraído por su compañera Gema Lopez.
Arrabal enfadado amenazó con demandar a sus compañeros y a toda la ´cúpula’ de ‘La fábrica de la tele’.
El 27 de marzo de 2019, minutos antes de comenzar ‘Sálvame’, Diego Arrabal colgó el siguiente testo en Instagram:
Me veo obligado a tomar esta decisión. Están siendo vulnerados tanto mi honor como mi intimidad personal y familiar en estos últimos días en el programa @salvameoficial . Sintiéndolo mucho, tengo que ser coherente con mi decisión de tomar medidas legales.
Dos mensajes en redes sociales y dos abandonos. Así se las gasta Arrabal para terminar sus compromisos laborales. Es, como mínimo, extraño.
