Ahora entendemos por qué Rociito no habla con su tío (Amador Mohedano)

Embarazo infernal, cuernos y traición familiar: así ha sido el capítulo 2 del documental de Rocío Carrasco

Describe cómo vio a Antonio David se liaba con otra mujer y él le hizo creer que estaba “loca”

Embarazo infernal, cuernos y traición familiar: así ha sido el capítulo 2 del documental de Rocío Carrasco

Maltrato psicológico de manual. Eso es lo que Rocío Carrasco describió en el capítulo dos de su serie documental en Telecinco

Un fenómeno social

Si los dos primeros episodios de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ han creado un fenómeno social, lo que nos espera va a ser indescriptible.

Parece que no se habla de otra cosa que de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, la docu serie sobre Rocío Carrasco estrenada el 21 de marzo de 2021, en la que la hija de Rocío Jurado denunció malos tratos por parte de su exmarido, Antonio David Flores (colaborador de ‘Sálvame’ hasta ese momento).

Tras 25 años de silencio a Rocío se la ha juzgado como mala madre por no querer tener contacto con sus dos hijos mayores.

Mientras, Mediaset ha hecho de Antonio David una estrella televisiva. A él y su hija mayor, Rocío Flores.

Estos dos primeros capítulos no sólo arrasaron en audiencia (un 33% de cuota de pantalla y casi cuatro millones de espectadores) sino que muchos lo han definido como el #Metoo español, una revolución social sobre los malos tratos.

Todos los medios de comunicación, en todas las redes y en todas las esferas políticas se ha debatido sobre un caso de supuesta violencia de género y supuesta alienación parental (se cree que el padre ha manipulado a sus hijos para que no hablen con su madre).

Las consecuencias, en pocos días, fueron tremendas. Mediaset despidió a Antonio David Flores de todos sus programas (incromprensible que no lo hubiesen hecho antes cuando el documental estaba rodado desde hace un mes).

Capítulo dos: Mafia familiar y la boda

En el capítulo dos de de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, Carrasco habló de su boda con Antonio David, de cómo su tío, Amador Mohedano, hizo negocio de su vida privada y de los embarazos de sus dos hijos.

Mi tío Amador era el intermediario de mi boda.  Amador quería ser mi representante. Yo no lo quiero. No quería trabajar con él.

Yo me casé sin saber sin saber dónde me iba de luna de miel.

Nos fuimos a las islas Mauricio y allí recibo una llamada en inglés y reconocí una voz. Era la de un fotógrafo de la familia y cuando regresamos vimos las fotos. El único que sabía que estábamos ahí era mi tío Amador.

Pasé los siguientes meses con una barriga y muy gorda. Me dio por comer todo.

Cuando me enteré que iba a tener una niña, yo me volví loca. Otra Rocío para la familia.

Para mí, lo único importante es que iba a ser madre.

Rocío nace el 13 de octubre del 96. Nació con tres kilos setecientos cincuenta. Era una muñeca.

Mi madre se puso a cantar en el paritorio. Ella cantándole al médico, a la enfermera, a la matrona…

Cuando tuve encima a mi hija es lo más maravilloso que puede experimentar una mujer, y un hombre.

No sé si cuando nació mi hija fue el día más feliz de la vida de su padre (Antonio David) pero sí que fue el día que se aseguró el futuro.

Mi padre moría por si nieta. De hecho, ella cogió sus ojos (azules).

Yo me pasaba el día con la niña. Hacía todo con ella y era la mujer más feliz del mundo. Esta completa y estaba pletórica.

Siempre me he considerado una buena madre.

Para dejar muy claro sus sentimientos maternos, le mostraron a Rociito imágenes de la infancia de su hija y, por supuesto, la mujer rompió a llorar.

Me sentía muy querida por muy hija. Ella moría por su madre. Yo era la mujer más feliz del mundo cuando era pequeña.

Era una niña muy buena. Muy educada. Tenía pasión con su abuela y su abuelo.

Yo la eduqué en que no se mentía.

Él (Antonio David) también sentía locura con la niña

Yo, hasta que me separo, le tengo a él como un buenísimo padre.

Cuando yo veo comportamientos extraños de él es antes de quedarme embarazada. Luego, tras dar a luz a la niña noto un cambio para bien y pensaba que iba a ser así para los restos pero no fue así.

A mi madre había cosas de él que no le gustaban: la prepotencia, el querer tener razón siempre. Pero mi madre tragaba porque era el padre de su nieta. Tampoco vio nunca una cosa salida de tono de las que yo había vivido antes.

Antonio David, definitivamente se quedó sin trabajo y la pareja se fue a vivir a Madrid, donde se instalaron en la casa de Rocío Jurado.

Durante ese año me quedé embarazada por segunda vez, y esta vez sí era esperado.

Yo tenía que seguir manteniendo mi postura y le defendía (ante la prensa cuando le llamaban ‘mantenido’).

Ese verano yo estaba feliz, en Chipiona, embarazada y con mi niña. Íbamos a un bar muy atractivo donde todas las camareras eran modelos. Todo iba bien hasta que vi cosas que no me gustaban entre él y una de las chicas.

Yo lo hablé con él y le dije: ‘¿Qué es esto?’. Su respuesta es que yo estaba loca. Que el embarazo me estaba sentando mal y que vía cosas que no eran reales. Tenía que salir aunque no tenía ganas porque pensé que delante de mi se iba a cortar

Un día, fuimos al bar, fue a buscar una copa y le vi comiéndole la boca con la chica. Él estaba de cara a mí. Salgo del bar y empiezo a sentir pinchazo en la barriga. Yo no paraba de llorar.

Él viene detrás de mí y me dice: ‘tú estás loca’ . Y cuando me dice eso tuve un ataque de pánico. Estaba embarazada de su hijo. No me entra ese ataque de pánico como mujer sino como madre. Yo estaba embarazada de él

Él utilizaba ese embarazo para decirme que yo estaba loca, que lo que yo veía no era normal.

Él me dijo: si te quieres ir, te vas andando. Yo me quedo con esta.

Yo me fui andando a las seis de la mañana llorando.

Yo en ese instante decido que me separo.

Yo sabía que eso se había terminado.

Todo el pueblo lo sabía (la infidelidad). Lo sabía mi prima (Chayo Mohedano) que era amiga de Sonsoles (la amante)

A mí me gritaban: Rociito, eres una cierva embarazada.

Lo sabía Patiño. Lo ha dicho en alguna ocasión.

A mí él no me faltaba el respeto como mujer sino como madre.

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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