Así fue la agresión de Rocío Flores a su madre

Cuchillos, insultos y terror: Rocío Carrasco ‘convierte’ a su hija en la gran ‘villana’ de la televisión

Episodio 8 de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva' en Telecinco

Cuchillos, insultos y terror: Rocío Carrasco ‘convierte’ a su hija en la gran ‘villana’ de la televisión

Pelos de punta. Lo que contó Rocío Carrasco el miércoles 29 de abril de 2021 sobre la agresión que sufrió a manos de su hija fue aterrador.

El caso de Rocío Carrasco

El 22 de marzo de 2021 se estrenó ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, la docuserie sobre Rocío Carrasco en la que la hija de Rocío Jurado denuncia malos tratos por parte de su exmarido, Antonio David Flores (colaborador de ‘Sálvame’ hasta ese momento).

La cadena se ha puesto de lado de Carrasco, despidiendo inmediatamente a Antonio David, condenándole como maltratador sin que ningún tribunal lo haya declarado culpable (aunque tampoco inocente, su causa sigue abierta).

Aunque Antonio David está fuera de Telecinco, su familia no. Su mujer concursa en ‘Supervivientes 2021’ y su hija ha fichado como colaboradora de ‘El programa de Ana Rosa’

Mes y medio después, Carrasco dio una entrevista (lamentable) en Telecinco y adelantó lo que ya se sabía, que su hija, cuando tenía 15 años, le dio una paliza que la llevó al hospital.

La joven, en televisión,  primero le pidió a su madre que la llamase y después la atacó sin piedad.  ¿Era todo para frenar la emisión del episodio 8?

Segunda partte del capítulo 8 de la serie

El 28 de abril de 2021 se emitió el octavo episodio de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’, ese en el que Rocío narraba la agresión de su hija.

En un primer lugar,  Carrasco narró hechos que sucedieron en 2010, cuando su hijo menor, David, fue ingresado por neumonía, y cómo su hija comenzaba el maltrato.

Y sobre la relación con Rocío Flores y la agresión en sí, Carrasco dijo:

Yo le dije a ella: ‘Yo no te puedo obligar a que me quieras pero sí a que me respetes’.

Mi hija me decía de todo: ‘Hija de puta, Puta. Zorra. Me dan asco sus besos’. Yo la castigaba en el cuarto y ella me decía: ‘ Al cuarto se va tu puta madre que está muerta’.

Tenía momentos buenos y yo intentaba aprovechar esos momentos.

Ella no podía permitirse tener ningún tipo de sentimiento bueno para conmigo. Ella tenía que ir a casa de su padre con información, con algún tipo de dato, de información.

Un día me levanté a las dos de la mañana y me encontré a mi hija haciendo fotos a documentos en el despacho de mi casa.

Cuando muere mi madre, vaciamos la casa y había unas maletas con documentación de mi madre. Yo tuve esas maletas en mi casa tres semanas. De repente, la niña se va y veo un programa de A3 cómo dicen que ‘Rociito y Fidel se separan. Ella le ha puesto las maletas en la puerta’. Yo no sabía de qué se trataba y era por eso, por las maletas de mi madre que estaban en la puerta.

A Rosa Mohedano, cada vez que sale en la televisión, la insulta: ‘Hija de puta, no hables de mi madre. Habla de tu familia’

Mi hija jamás le faltó al respeto a Fidel.

En el momento en el que ella me insultaba y me desafiaba, Fidel no estaba. Solamente una vez que estábamos en la cocina y ella me dijo: ‘A ver si te mueres, hija de puta’. Fidel entraba en ese momento, le preguntó qué pasaba y ella dijo que nada.

A Rocío le tocaba, en verano de 2012, estar conmigo y como le quedaron algunas asignaturas, el padre dijo que él no la llevaría al curso de verano y la llevé yo al cursillo.

Yo había estado madurando con ella el poder mandarla a Estados Unidos. Yo quería que tuviese distancia. Ella estaba loca por irse. Vuelve de estar quince días con el padre y me dice que eso es mentira, que yo no quería llevarla ese día. Y da la casualidad de que ese día había recibido un email de su abogado, diciendo que el padre no sabía que yo quería llevar a la niña a Estados Unidos. Yo le enseñé el emial y ella reaccionó con más ganas de irse.

Un día entré en la habitación y la vi fumando. Apagó el cigarrillo en el colchón y me dijo: ‘La próxima vez lo hago contigo. Quemo la casa contigo dentro’.

Mi abogado me dijo que este ser (Antonio David) había presentado una demanda para exigir modificaciones de medidas. Quería llevarse a la niña. Quería que me quitasen a la niña porque, según dice ella, yo la maltrato.

Un día, en la cocina, la niña me dijo: ‘Rociito, el día que yo hable ante un juez te vas a cagar’.

Yo no le dije nada a la niña cuando sabía que ella había ido a un piscólogo y que el día once íbamos a ir a un juzgado.

El día 11 de julio me levanto y le dije: ‘Ha llegado tu gran día’. Ella respondió que iba a desayunar.

El camino hacia el juzgado fue en silencio. Cuando llegamos, todavía el padre no había llegado y de repente, veo que entra el padre con Olga, con una hermana de Olga y una maleta enorme. Ella va directamente al padre.

Yo pensé que la custodia de mi hija me la iban a quitar porque había relatado que yo le decía cosas como que la llamaba gorda, que la decía que se iba a poner como una cierta y que no la quiero. Son situaciones falsas. Le daba la vuelta a una situación que ella hacía para que yo quedara como la mala.

El juez termina esa audiencia diciendo que no tiene argumento de peso para quitarme a mi hija de manera urgente.

Cuando salimos de ese juzgado, si hubiesen podido todos, me matan. Entonces, él me increpa y me dice: ‘Como mi hija me llame y me diga que ha tenido un problema contigo, no te salvan ni los GEO’. En ese momento se llevó a la niña al baño y le dio un teléfono. Yo salí de allí con angustia.

La niña había intentado hacerse daño a sí misma.

Cuando llegamos a la casa, yo la oigo que está dentro del dormitorio del niño y pegándole voces al niño. Yo entro y ella empieza a increparme. Me dijo: ‘Que sepas que en septiembre no me trae a esta casa ni un juez ni tu padre y tu madre que están muertos’.

El niño se puso en medio.

Hay una agresión que ella me hizo con un cuchillo.

Yo he dado 20 años de mi vida por mis hijos y la volvería a dar.

Llegó el día 27 de julio de 20212. Era el último día de cursillo. Me levanto por la mañana para levantarla e ir al cursillo. Ella me había dicho que estaba mal del estómago y ese día quiere desayunar una nectarina y le digo que mejor que se tome unas ciruelas y ahí se desencadena… Ella me desafía y al ir a coger la nectarina me da una… Me cruza la cara de lado a lado.

Yo no me creía lo que estaba pasando. Empieza a pegarme pero mientras ella me pega, ella va gritando: ‘No me pegues, no me pegues’. Yo la veía y era ella la que me pegaba a mí. Yo sabía que eso obedecía a algo que no era normal.

Ella me sigue agrediendo.

Lo siguiente que recuerdo es a Fidel reanimándome.  Cuando volví en sí, yo le decía: ‘Fidel, la niña, Fidel, la niña’.

La niña se fue. Se va, se monta en el coche de Paco (el chófer). La niña entra en el coche diciéndole a Paco: ‘Paco, mi madre. Paco, Mi madre. Una nectarina’. La niña entra con un ataque de ansiedad en el coche y él cuenta que , de repente, saca la niña un móvil y dice: ‘Papá, ya está hecho’.

 

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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