Sin mascarilla, rodeada de gente y muy emocionada. Así ha sido la histórica (y rentable) visita de Rocío Carrasco a Chipiona para visitar la tumba de su madre, Rocío Jurado.
Los primeros en anunciarlo fueron los de La Hora de La1 el 1 de junio de 2021. El programa de la pública emitió unas imágenes de Rocío Carrasco en Chipiona justo en el 15 aniversario de la muerte de su madre, Rocío Jurado.
La noticia, en sí, es impactante. Unos días antes, casi toda la familia Carrasco Mohedano acudió al cementerio para rendirle homenaje a La Más Grande, un evento polémico al que Rociito faltó (como siempre) en mitad del vendaval que ha supuesto Rocío: contar la verdad para ser viva’ en el que Carrasco narra el maltrato sufrido por parte de su ex marido (Antoni David Flores) y de su propia hija (Rocío Flores).
Rocío Carrasco llevaba años sin pisar Chipiona, la ciudad que la vio crecer y donde vive parte de una familia con la que no habla.
Pero el 2 de junio de 2021 se emitirá la última entrega (de momento, porque se cree que habrá segunda temporada) de ‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ en la que Carrasco se sentará en plató para ser entrevistada en directo por segunda vez.
El material grabado en Chipiona, pues, es parte del especial del día dos de junio. Carrasco ha regresado al lugar de su infancia y ha visitado la tumba de su madre por primera vez en mucho tiempo por trabajo. No es criticable pero es un hecho. Quizá sea algo oportunista porque, al final, la docuserie estaba concebida para denunciar unos malos tratos. Puede que ver el momento de Rocío ante la tumba de su progenitora sea algo excesivamente morboso. Pero hablamos de ‘Telecirco’, no podíamos esperar menos.
En ‘Sálvame’ se adelantó que Rocío, en el cementerio, ha sufrido un ataque de ansiedad. Así se mostraron unas imágenes de Carrasco entrando en el recinto, sin mascarilla, rodeada de periodistas y fans.
Llama la atención que Carlota Corredera defendiera incluso que Rocío no cumpliera con las medidas sanitarias contra la COVID-19. Está bien que sea partidaria del discurso de Carrasco pero el fanatismo ciego es contraproducente.
