Nuestro gozo en un pozo. Se suponía que Toñi Prieto , iba a dejar su puesto de directora de Entretenimiento y Divulgación del ente público pero, al final, se queda. Eso sí, tiene una nueva jefa. Es decir, crean más puestos de trabajo (innecesarios) con nuestro dinero.
El 9 de junio de 2021, RTVE anunció que la periodista Ana María Bordas ha sido nombrada nueva directora de Entretenimiento y Divulgación de RTVE, área dependiente de la dirección de Contenidos Generales que lidera Amalia Martínez de Velasco.
Muchos, sobre todo los eurofans, se alegraron de esta noticia porque se suponía que iban a suplantar a Toñi Prieto, la hasta ahora nueva directora de Entretenimiento y Divulgación y personaje ‘oscuro’ donde los haya, la misma que le da casi todos los programas de TVE a su productora ‘amiga’ Shine iberia’, la que le permitía hacer lo que quisiera a José Luis Moreno o la que muchos pensaban que era la única responsable de nuestras ‘cagadas’ en Eurovisión.
Pero al final, Toñi Prieto seguirá en el organigrama de la cadena pública y mantendrá el cargo de directora de Entretenimiento de TVE, según confirma la cadena pública a ECOTEUVE.ES. Es decir, Bordas controlará un área de grandes dimensiones que englobará Entretenimiento y Divulgación de toda la corporación RTVE. Prieto continuará al mando de su parcela en TVE.
Y es que recordemos que la nueva ‘mandamás’ , Bordás ha sido, hasta ahora responsable de Proyectos Internacionales de TVE y Jefa de Delegación española en el Festival de Eurovisión. Es decir, estamos en las mismas.
Además, la periodista es vicepresidenta electa del Comité de TV de la Unión Europea de Radiotelevisión, organismo en el que recientemente ha sido reelegida para un tercer mandato.
Todas estas noticias confusas y la creación de más áreas y más puestos de trabajo muestran lo opaco que es todo en RTVE. Huele a mafia en la que no se dan explicaciones y contratan a dedo. Basta ya, por favor.
Es que recordemos que se ha pedido, en varias ocasiones, la dimisión de estas dos señoras por su gestión de Eurovisión y su nula capacidad de autocrítica. Vamos de mal en peor.
Conclusión: No ha cambiado nada.