Que el casting de ‘Mask Singer 2’ es de lo mejor que ha dado la tele este año es algo incuestionable aunque puede, y sólo puede, que haya un problema.
En la primera temporada de ‘Mask Singer’ la identidad de las máscaras era más previsible. Primero porque las pistas que daban eran más o menos obvias y porque se filtró que Susana Urribarri era la representante de muchos de los famosos que participaban por lo que era fácil de averiguar quiénes eran.
Sí, fuimos muchos los que nos quejamos de la ‘facilidad’ del juego. Nos quejamos en redes sociales pero es que las redes sociales (seamos sinceros) representan, como mucho, un 4% de la audiencia. No es tan representativo como nos creemos.
Pero es verdad que en la segunda temporada de ‘Másk Singer’ lo han puesto más complicado. Ni en las redes sociales hay teorías acertadas. Nada. No hay pistas seguras. Esto, por un lado, está muy bien, se tiene la sorpresa asegurada.
Por otro lado, se ha perdido el juego en si. Las pistas son tan difíciles que el público no participa y de ahí que la audiencia haya bajado con respecto a la temporada anterior. Uno espera al final a ver quien estaba debajo de la máscara y punto.
Eso sí, para un servidor, esta temporada es mucho mejor que la primera. El nivel de espectáculo es maravilloso; el casting, un milagro y el jurado ha ganado mucho con Paz Vega.
La gala del 16 de junio de 2021 fue fascinante. Primero porque, como ya anunciamos, Ana Obregón fue investigadora invitada, demostrando, como siempre, que es un animal mediático único.
Luego, hubo dos expulsiones, por lo que vimos a dos famosos desenmascarados. En este caso, famosas.
Tras la máscara de Ángel, una de las más hermosas y carismáticas de la edición, estaba la mismísima Paloma San Basilio. Un personaje de primera pero es incomprensible que haya sido expulsada tan pronto lo que nos provoca preguntarnos cuáles son las decisiones que se toman a la hora de eliminar (Sigo pensando que hay un orden establecido para cada famoso, si no, no se entiende que una estrella como Paloma San Basilio se haya en la cuarta gala).
La segunda máscara eliminada fue la del Cactus y, curiosamente, Ana Obregón acertó con quién era: Eva Hache. La actriz no es que sea un personaje de esos que te dejan con la boca abierta pero siempre es divertido verla.
