Que Paz Padilla ha afrontado la muerte de su esposo de manera envidiable es un hecho pero su discurso ya empieza a ser excesivamente morboso y puede que hasta de mal gusto.
El duelo de Paz Padilla: del dolor a la imposición
Como todos saben ya, el 2020 fue especialmente duro para la presentadora de ’Sálvame’. Primero falleció su madre y meses más tarde, en julio, su marido y amor de su vida, Antonio Juan Vidal, víctima de un cáncer cerebral.
Padilla no tardó en volver al trabajo y lo hizo en una entrevista para el ‘Deluxe’ en la que habló de todo su proceso de duelo, de cómo se enfrentó a la muerte y cómo descubrió que el amor es la clave para vivir feliz. Para todos aquellos que en ese momento habías sufrido una pérdida (en plena pandemia) fue un consuelo y una inyección optimista.
Pero a lo largo del año, Padilla ha empezado a agotar. No es que su discurso no tenga valor, es que lo impone de manera intransigente. La humorista parece no comprender que otros no sean como ella. No acepta la derrota o el dolor, Por ejemplo, Lydia Lozano perdió a su hermano por coronavirus y la presentadora parecía que le estaba echando una bronca por sufrir.
Y así constantemente, por no hablar de que su ‘buenrollismo’ choca con sus juicios machistas sobre temas como el de Rocío Carrasco, ya que es de la opinión de que esta es una mala madre que debería perdonar el maltrato y abrazar el ‘amor’ …
Pero es que, además, se atrevió a acudir a Cuarto Milenio ha hacer propaganda de biodescodificación una pseudociencia muy peligrosa.
La fiesta de aniversario: Muertos y policía
El 19 de julio de 2021, emitieron en ‘Sálvame’ un vídeo que Padilla había colgado en Instagram por el primer aniversario de la muerte de su marido. Unas imágenes de la pareja que iban acompañadas de la canción ‘Somewhere over de rainbow’ , tema que eligió porque, tal y como dijo la presentadora:
dice ‘te encontraré detrás del arco iris donde llegan las nubes, como yo creo que la vida continúa de una forma energética… pienso en la física cuántica y creo en los universos paralelos, creo que está cerca.
Para ella no hay una fecha, cada día echa de menos a su marido, piensa en él y le habla:
Le doy las gracias por haberlo querido tanto y que me quisiera, sé que lo voy a sentir siempre.
La presentadora transmitió que no hay que olvidar, pero quiere recordar “con amor” y no con angustia y sufrimiento.
Por eso, decidió hacer una fiesta, con sus amigos y con los de Antonio y la tituló “el país de nunca jamás, porque es donde creo que él está”, un encuentro teñido con su particular humor:
Fuimos todos disfrazados de alguien muerto, yo de Amy Winehouse.
Lo pasé bien, vino dos veces la policía y digo ¡Si la música no está fuerte!
Yo era feliz porque Antonio estaba allí y estaba con todos sus amigos
Le recuerdo todos los días y doy gracias al universo por haber puesto a mi alma gemela en mi camino.