Por su bien, alguien debería decirle a Paz Padilla que pare, que no es un ser de luz superior a todos y que su discurso es el de una ignorante atrevida.
Paz Padilla: del dolor al rechazo
Como todos saben ya, el 2020 fue especialmente duro para la presentadora de ’Sálvame’. Primero falleció su madre y meses más tarde, en julio, su marido y amor de su vida, Antonio Juan Vidal, víctima de un cáncer cerebral.
Padilla no tardó en volver al trabajo y lo hizo en una entrevista para el ‘Deluxe’ en la que habló de todo su proceso de duelo, de cómo se enfrentó a la muerte y cómo descubrió que el amor es la clave para vivir feliz. Para todos aquellos que en ese momento habías sufrido una pérdida (en plena pandemia) fue un consuelo y una inyección optimista.
Pero a lo largo del año, Padilla ha empezado a agotar. No es que su discurso no tenga valor, es que lo impone de manera intransigente. La humorista parece no comprender que otros no sean como ella. No acepta la derrota o el dolor, Por ejemplo, Lydia Lozano perdió a su hermano por coronavirus y la presentadora parecía que le estaba echando una bronca por sufrir.
Y para colmo, hace propaganda de la biodescodificación, una pseudociencia muy peligrosa.
Las últimas burradas de Paz Padilla
Respetamos el duelo de cada uno. Paz lleva el suyo como puede pero es verdad que es una ignorante y, como tal, es una atrevida. Y es que, la cantidad de burradas que dijo el 13 de septiembre de 2021 en ‘Sálvame’ fueron de traca. Por ejemplo:
A mí me encantan los pueblos porque hay mucha gente mayor y se mueren pronto.
Los incendios (los de Málaga) son algo positivo porque equivalen a muerte y por tanto renovación, como el ave Fenix
Aquí cualquiera se hace famoso por acostarse con otros, no por talento (y lo dice la presentadora de ‘Sálvame’ delante de Belén Esteban).
De verdad, que piense antes de abrir la boca. Luego se queja de que en los medios digitales la odiamos mucho. No es odio, es sentido común.
El complicado momento de Paz Padilla con el padre de su hija
Pero hubo más. Ese día se estaba hablando de la ruptura de María Teresa Campos y Bigote Arrocet y Padilla aprovechó para recordar un duro momento que vivió con su exmarido y padre de su hija, Albert Ferrer.
Según contó Paz Padilla, tras su dura y dolorosa ruptura en 2003, Albert Ferrer dejó sus pertenencias en la casa de la presentadora de televisión durante un año.
Mi exmarido lo dejó todo, también te lo digo. Después de un año le dije: ‘O vienes a por las cosas o ya está todo repartido’