En ‘Sálvame’ ya no se cortan. Antes existía cierto pudor al hablar de ciertos temas por aquello del horario protegido pero en época de vacas flacas y no hay censura que valga.
“Princesas”, “cenas”, “casa de lucecitas”, estos eran algunos de los eufemismos con los que, desde hace años, ‘Sálvame’ hace referencia a la prostitución.
Este es un tema recurrente en el programa. Hay infinidad de concursantes de realities que se han relacionado, presuntamente, con el mundo de la prostitución o el porno y ‘Sálvame’ han ‘informado’, como podían, del asunto.
Al final, el mal llamado oficio más antiguo del mundo es un tema morboso que puede llamar la atención. Da igual que se hable de ello en horario protegido. Lo importante es la audiencia.
Recordemos que en los últimos dos meses, Telecinco está de capa caída. Ya no interesan sus propuestas como antes y esto ha provocado que se tomen medidas desesperadas.
Lo que hizo ‘Sálvame’ el 27 de septiembre de 2021 bien merece una multa. Varías, en realidad.
El torero que visitaba prostíbulos: la nueva estafa de ‘Sálvame’
Ese martes, el programa presentado por Jorge Javier Vázquez arrancó un cebo de lo más misterioso
Según nos contaron, el equipo de investigación de ‘Sálvame’ llevaba meses tras una información que se ha precipitado en las últimas horas para poder contrastar que un famoso torero habría contratado para él y su cuadrilla el servicio de varias mujeres en locales de lucecitas. Se trata de un torero casado y esta situación se habría repetido en varias ocasiones y en distintos lugares de España como Lloret de Mar y Cádiz.
Eso sí, la palabra prostitución se mostraba bien grande en los rótulos. En serio, que no pueden hacerlo a las cuatro de la tarde.
El programa emitió el testimonio de una madamme que aseguraba que el torero en cuestión solicitó el servicio de “tres señoritas” para varias horas, algo que habrían repetido un segundo día. Es más, nos daba detalles como que se gastaba más de 400 euros cada hora.
Para él, una chica rubia y alta. Una de las chicas me dijo que habló con él y que no tiene nada ver, que decía que era “muy macho”.
El gerente de un local de Lloret de Mar aseguró también que cada vez que el torero iba a la ciudad, su mozo de espadas se adelantaba y contrataba a una chica:
Sabíamos lo que se hacía en esa habitación y lo que se tomaba.
Es más, daba datos como que el torero las recibía en «batín de seda”.
Y todo para nada. No dieron ni nombres ni detalles. Una estafa más de ‘Sálvame’.
