Lo decíamos la víspera a propósito de Isabel Pantoja.
La palabra metamorfosis proviene del griego y significa ‘transformación’. No es un proceso exclusivo de las mariposas, sino que también ocurre en muchos otros insectos, pero se desconocía que también pudiera afectar a los humanos, a pesar del libro de Kafka.
Y, así como el paso de Isabel Pantoja por ‘Supervivientes’ ha propiciado un antes y un después en la cantante, algo similar -pero por razones muy diferentes- ha ocurrido con Jorge Javier Vázquez, quien ha pasado sin mucho alboroto de ‘gusano’ a ‘mariposa’ en Telecinco.
Crecer no ha crecido ni un centímetro, como él mismo dejó patente en la Gala de ‘Supervivientes’ cuando, con una capacidad para reirse de sí mismo que se agradece, le dijo a Lara Alvarez:
“Tengo que agradecerte lo generosa que eres que no te has puesto tacones ni nada”.
Alturas aparte, hay que reconocer que Jorge Javier ha mejorado bastante desde que empezó a abrirse un hueco en el escenario, hace ya 20 años, como colaborador de Ana Rosa Quintana.
Por aquel entonces, además de montar númeritos en la tele, escribía y no lo hacía nada mal.
Volviendo al físico, que es en lo que estamos hoy, Jorge Javier ha adelgazado la monstruosidad de 16 kilos y, aunque se consume peleando a diario con la báscula y la nevera, aguanta el tipo.
Ha cambiado de dieta, se machaca lo que puede en el gimnasio y pasa más hambre que el perro de un gitano. Todo esto, sumado a constantes, ligeros y elegidos retoques estéticos en el cirujano.
Lo que viene ahora -y quizá en estos días- es un implante capital, así que ya podemos acostumbrarnos a verlo con gorra una temporada.