El magistrado justifica la organización terrorista porque "intentaron traer una sociedad democrática"

Joaquim Bosch se embarra con el FRAP: el juez podemita ve ‘heroísmo’ en los asesinatos de policías y guardias civiles

Joaquim Bosch se embarra con el FRAP: el juez podemita ve 'heroísmo' en los asesinatos de policías y guardias civiles
Joaquim Bosch PD

El juez Joaquim Bosch se embarró con el criminal y terrorista FRAP.

El magistrado de Podemos intentó justificar, en el programa ‘Al Rojo Vivo’ de laSexta, al terrorista Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP). Un grupo violento al que se le atribuyen seis asesinatos y al que estaba vinculado el padre de Pablo Iglesias.

En un fallido intento por eliminar la connotación de ‘terrorista’ del FRAP, el juez terminó viendo heroísmo en los ataques mortales contra policías y guardias civiles.

En sus declaraciones a Antonio García Ferreras, el juez indicó que considera “peligroso” poner la etiqueta de “terrorista” a “los antifranquistas españoles que quisieron traer una sociedad democrática”.

A lo que agregó: “lo que no se puede ser es tan benevolentes con el dictador que violó claramente los derechos humanos y tan descalificatorios con quienes intentaron traer una sociedad democrática y oponerse a esa dictadura. Me parece muy peligroso que se pueda blanquear de esta manera al franquismo”.

Sin embargo, Bosch olvida que el FRAP buscó “traer una sociedad democrática” a través de los asesinatos a cinco policías y un guardia civil. A lo que se suma una lista de agentes heridos.

Unas matanzas que poco tienen de heroicas y que no se pueden comparar con “quienes se opusieron al nazismo o actuaron en la resistencia antifascista francesa”, como así afirmó el juez en laSexta.

Esa búsqueda de ‘poner medallas’ al FRAP resulta peligrosa. Ya que, si bien beneficiaría a Pablo Iglesias y su padre tras ser señalados por la portavoz del PP Cayetana Álvarez de Toledo, supone avalar la justicia contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.  

Las manos ensangrentadas del FRAP

El FRAP comenzó su senda por la violencia el 1 de mayo de 1973.

En las manifestaciones celebradas en Madrid y convocadas por el PCE, fue asesinado a apuñaladas Juan Antonio Fernández Gutiérrez.

Se trataba de un subinspector de la Brigada Político-Social (BPS) de solo 21 años.

En 1975, el FRAP realiza ataques terroristas que  califican de «lucha armada» o «ataques» contra miembros de la policía política y de la Guardia Civil.

El 14 de julio de 1975, un comando del FRAP asesina de ocho disparos a Lucio Rodríguez Martín, agente de la Policía Armada con un año de antigüedad y que prestaba servicio de vigilancia en las oficinas de la compañía Iberia.

No fue el único. Otro policía es gravemente herido y en agosto varios miembros del FRAP asesinan a un teniente de la Guardia Civil.

Como consecuencia por los asesinatos, fueron detenidos numerosos militantes y se celebraron dos consejos de guerra, en los que se condenó a muerte a tres militantes del FRAP (Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz), y dos de ETA (Juan Paredes Manot y Ángel Otaegui).

1/05/1973Juan Antonio Fernández GutiérrezPolicía Nacional-Madrid
27/09/1973Francisco Jesús Anguas BarragánPolicía Nacional-Barcelona
14/07/1995Lucio Rodríguez MartínPolicía Nacional-Madrid
16/08/1975Antonio Pose RodríguezGuardia Civil-Teniente-Madrid
14/09/1975Juan Ruiz MuñozPolicía Nacional-Barcelona
29/09/1975Diego del Río MartínPolicía Nacional-Barcelona

Reconocimiento público

Iglesias reconoció, personalmente, los nexos de su padre con la agrupación terrorista: “Créanme si les digo que siendo hijo de un militante del FRAP y habiendo militando donde milité, tiene su mérito admirar a Carillo”.

Javier, el padre de Pablo Iglesias, fue un exmilitante de aquel siniestro FRAP que dio origen a los GRAPO y dejó seis cadáveres en su camino.

Cuando el padre del ahora vicepresidente ocupó el puesto número 9 en la candidatura de Podemos al Ayuntamiento de Zamora, el periodista Cake Minuesa decidió preguntarle por su pasado.

En el marco de su candidatura política, el comunicador decidió indagar en su versión sobre el FRAP y las valoraciones de un antiguo militante. Sin embargo, cada pregunta sólo ponía más tenso y nervioso a Javier.

El periodista, que los tiene ya negros del humo de mil combates, se ha limitado a inquirir con notable pesadez si perteneció al FRAP, si era un grupo terrorista y si condena al grupo terrorista FRAP.

Ante estas preguntas el padre de Pablo Iglesias se puso a gritar de una manera desaforada, se ha metido en una tienda y ha llamado a la policía – a la municipal y a la nacional- asegurando ser el padre de Pablo Iglesias y estar siendo ‘atacado’.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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