Tragedia en el aire. Es lo que sucedió en el vuelo nº 50 de Hawaiian Airlines que tras partir del aeropuerto internacional de Honolulu el jueves por la noche con 253 pasajeros para un vuelo programado sin escalas al aeropuerto de Nueva York, tuvo que afrontar una emergencia imprevista: Uno de los tripulantes que trabajaba en este vuelo Emile Griffith, de 60 años, residente de Pahoa, Hawai. se olstrò indispuesto y de pronto se desmayó.
A medio camino sobre el Océano Pacífico, Griffith sufrió un ataque al corazón y sus colegas, un médico y un paramédico que se encontraba entre los pasajeros realizaron resucitación cardiopulmonar «durante horas», pero sin éxito.
El capitán de Hawaiian Airlines declaró una emergencia y aterrizó el avión en San Francisco, donde el avión tuvo que esperar en la pista durante más de 2 horas esperando a que llegara el forense.
