Nuestra democracia está en deuda con los UMD VERDES de la Guardia Civil, separados del Servicio por solicitar derechos constitucionales.También forman parte 175 aniversario de la Guardia Civil

El TEDH de la UE les dió la razón en sentencias reiteradas especialmente la 69966/01 y el TC igual al reconocer el derecho de asociación, sin que hasta ahora hayan sido rehabilitados

Los guardias civiles expulsados en lo 90 siguen sin ser resarcidos en su dignidad y derechos a pesar de la aprobación de varias PNL en el Congreso

El TEDH de la UE les dió la razón en sentencias reiteradas especialmente la 69966/01 y el TC igual al reconocer el derecho de asociación, sin que hasta ahora hayan sido rehabilitados
Una familia con tradición democrática en la Guardia Civil

 

175 ANIVERSARIO DE LA GUARDIA CIVIL

Es penoso y lamentable que no he leído, visto ni oído en ningún sitio la más mínima referencia a las asociaciones profesionales y los expulsados por solicitar derechos constitucionales, en todos estos actos conmemorativos del 175 aniversario de La Benemérita, como sino formasen parte de la historia y evolución de la Guardia Civil, ninguneándolos en el silencio y el olvido.

Parafernalia castrense en todo su esplendor en donde la proclama y la loa es común, celebraciones, desfiles, homenajes, emoción patriótica etc. forman parte de dichos actos.

La recluta y formación de los primeros guardias civiles a partir de mayo de 1844 no fue tema baladí, procedente una parte de personal licenciado del ejército y no cubriéndose las expectativas de cubrir todas las plazas, se acudió a tropa de reemplazo y rebajar la edad de ingreso, llegando incluso a eximir temporalmente de la exigencia de saber leer y escribir. Todos ellos son y forman parte de la historia de la Guardia Civil, y sin ellos La Benemérita no sería la que es ahora, guardias civiles represaliados y expulsados por solicitar derechos amparados en la Carta Magna incluidos.

Y en la Carta Magna el texto constitucional hace una separación clara entre Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad, determinando que la función de las Fuerzas Armadas no será otra que la de garantizar la soberanía e independencia de España, mientras que los Cuerpos de Seguridad tendrán como misión la protección del libre ejercicio de los derechos y las libertades así como la garantía de la seguridad ciudadana.

Más de 175 años después se sigue manteniendo una estructura absolutamente castrense en su estructura y organización interna, régimen disciplinario y uniformidad, y todo ello desarrollando sus funciones en el ámbito civil y el contexto del siglo XXI, que para nada es el del siglo XIX. Esto hace que sus miembros tengan una restricción de derechos propia.

Por otra parte, la Ley 2/1986 de 13 de marzo de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tiene más de treinta años, quedando obsoleta en su totalidad en la actualidad y habrá que plantearse un modelo policial acorde a las necesidades que le demanda la sociedad y apartar modelos y situaciones anacrónicas e inmovilistas. La duplicidad de funciones provoca conflictos de competencia que redundan en perjuicio del ciudadano y mayor gasto público.

El SUGC (Sindicato Unificado Guardia Civil) en su tiempo, al igual que sus homólogos de la UMD (Unión Militar Democrática), preconiza el establecimiento de un régimen democrático que persiga una mayor justicia social. Produciéndose la expulsión de militares demócratas de la UMD en 1976, para intentar dar una solución definitiva al problema el 31 de octubre de 1986 el Gobierno aprobará el proyecto de ley sobre la rehabilitación de los militares profesionales, que ofrece tres alternativas a los nueve militares expulsados: reincorporarse al ejército con el grado que les hubiera correspondido de haber continuado en activo, o pasar al retiro o bien incluirse en la categoría de reserva transitoria.

Los guardias civiles expulsados en la década de los años 90 del siglo pasado siguen sin ser resarcidos en su dignidad y derechos pese a las gestiones realizadas hasta la fecha y las PNL favorables a su readmisión en el Congreso de los Diputados, “anulando a todos sus efectos aquellas sanciones manifiestamente injustas” como reza el texto de una de ellas. El ostracismo en el que se encuentran, indiferencia y silencio del Gobierno es patente y patético, impropio de una democracia. Los guardias civiles demócratas asumieron una tarea que el Estado tiene el deber moral de reconocer, agradecer y valorar.

Nuestra democracia está en deuda con ellos y urge su resarcimiento, por dignidad y justicia. Ellos también forman parte del 175 aniversario de la Guardia Civil.

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