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Maragall admite que habrá cambios en el Estatut pero dice que defenderá "con uñas y dientes" los temas de "concepto"

Europa Press, Lunes, 24 de octubre 2005
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, reiteró hoy que "es posible que haya modificaciones" en el proyecto de Estatut aprobado en el Parlament y "es posible que vuelva mejorado" pero aseguró que "si hay discusión de concepto, defenderemos con uñas y dientes, educadamente, lo que aprobó Cataluña".

En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, Maragall persistió en su optimismo y aseguró que "vamos a tener Estatut porque lo vamos a saber negociar y porque en España se da una circunstancia única: la existencia de una gobernación bastante convergente respecto a lo que es España y cómo su diversidad se puede asimilar por parte de todos".

Según Maragall, esa concepción "la compartimos Madrid, Cataluña, País Vasco, los gallegos y creo que, poquito a poco, también la España profunda, la Castilla y la Andalucía profunda". Admitió que "en el camino puede haber retrocesos y ministros y presidentes que puedan bajar de cotización" pero confió en un resultado final positivo que "va a sorprender a todos", principalmente al PP.

Maragall señaló que ante las "opiniones muy diversas" sobre el encaje del contenido del proyecto de Estatut en la Constitución "se va a necesitar un tiempo para verse con más claridad" la soluciones, aunque aseguró que "se veía venir" que "al final la discusión siempre es sobre el dinero". Sobre los "nombres", como la definición de Cataluña como nación, "es más fácil llegar a acuerdos", dijo.

NO HAY PLAN B.

El presidente de la Generalitat aseguró que "nadie tiene un plan B" para la tramitación del Estatut en el Congreso y reiteró que "habrá Estatut, por su puesto". Maragall aseguró tener la convicción de que el texto remitido por el Parlament a Madrid es "algo que está bien hecho" y rehusó asumir el protagonismo de la negociación, hasta el punto de asegurar que "en los últimos tres días" no había hablado con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que éste se reunió el viernes con el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, en La Moncloa, con presencia del primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla.

Explicó que el día 2 de noviembre, fecha del debate de toma en consideración del Estatut en el Congreso, estará presente en las cortes, pero aclaró que "la misión del presidente de la Generalitat no es hacer estatutos". Maragall limitó su papel a "intervenir en momentos difíciles" para "dar cobertura política y apoyo a los negociadores", pero manifestó su confianza en el "trío" que defenderá el Estatut en el primer trámite en el Congreso.

Por otra parte, Maragall se refirió al "ruido" generado en torno a la tramitación del proyecto estatutario y aseguró que sus promotores, en referencia al PP, "no sé qué interés persiguen pero no es el de España". Preguntado sobre si "van a por Zapatero", Maragall sostuvo que "van a por todo" y lamentó que "hay quien en Madrid ve la existencia de una conspiración político-económica" procedente de Cataluña a la que incluso habrían sumado al Barça.

Maragall rechazó hablar de "catalanofobia" para "no complicar las cosas", pero insistió en que "lo que queremos es que España se reconozca tal y como es, en toda su pluralidad" y añadió que "la riqueza de España está en las diferencias".

EL PAPEL DE PIQUÉ.

Sobre el papel de Josep Piqué en el PP, Maragall lamentó la "acritud" considerable del líder del PP catalán en algunos debates mientras que "en otras cuestiones es una persona más válida de lo que la realidad le está permitiendo demostrar".

Según Maragall, su "ubicación política y territorial le hace ser un subordinado de lujo, un actor secundario con madera para ser protagonista". Aún así, dijo que Piqué es "coherente" con la posición que ha adoptado el PP en la política española, "la de un partido muy conservador", y que, a su juicio, "incomoda" a Piqué. "Creo que se equivoca", aseguró e incluso explicó habérselo dicho "muy francamente" al dirigente de los populares catalanes.