Este 29 de abril de 2015, escribe Juan M. Blanco en Vozpópuli una columna titulada ‘Trillo y Pujalte: ‘los compatibles» en la que arranca diciendo:
Las últimas revelaciones sobre Federico Trillo y Vicente Martínez Pujalte, no generan mucha sorpresa en la España actual. Gracias a despiadadas luchas intestinas, la filtración de conductas discutibles constituye el desayuno de cada día, un rutinario suma y sigue.
Añade que:
Enfrentado al caso de Trillo y Pujalte, un parlamento serio y honrado se abstendría de entrar en disquisiciones sobre compatibilidad. Formularía preguntas más interesantes. ¿Poseen estos dos personajes cualificación profesional para cobrar cantidades astronómicas por una asesoría sin documento escrito?
Y concluye que:
Y con pocas perspectivas de mejora: cientos de personajes de todo pelaje, algunos famosos, se afilian a toda prisa a los nuevos partidos al ritmo de las perspectivas electorales. ¿Qué tendrán esos cargos cuando tanta gente se toma enormes molestias en conseguirlos?