'Barcelona sin ley'

La inseguridad en la Barcelona de izquierdas de Colau crea ‘guetos’: repartidores se niegan a entrar en «zonas peligrosas»

La inseguridad en la Barcelona de izquierdas de Colau crea ‘guetos’: repartidores se niegan a entrar en "zonas peligrosas"
La inseguridad en la Barcelona de izquierdas de Colau crea ‘guetos’: repartidores se niegan a entrar en "zonas peligrosas" OKdiario

Se están alacanzo limites de máxima peligrosidad y se hace necesario una intervención política seria para proteger a los ciudadanos. ‘Su paquete no será entregado en su domicilio porque está dentro de una zona con restricciones’. Mensajes SMS semejantes a este están llegando en las últimas semanas a barceloneses de distintos puntos de la ciudad. Las empresas de paquetería han tachado algunas áreas de la ciudad de sus rutas de reparto por la inseguridad creciente y los cada vez más numerosos robos, hurtos y asaltos a sus trabajadores, según recoge el autor original de este artículo Pelayo Barro en okdiario y comparte Manuel Trujillo para Periodista Digital.

En España es bien conocido el caso de ‘Las 3.000 viviendas’, un barrio sevillano de 145 hectáreas donde la marginalidad alcanza tasas récord de España y donde ni siquiera los repartidores o los trabajadores de empresas de suministro de agua y luz se atreven a entrar. Bomberos y servicios de emergencias médicas sólo entran si van escoltados por la Policía.

Salvando las distancias, Barcelona va camino de crear guetos como el sevillano. Algunas empresas de paquetería ya no reparten en zonas consideradas “peligrosas”. Especialmente en aquellas en las que los repartidores ya han sufrido algún tipo de percance en los últimos meses.

“Sí, los repartidores se han quejado y hay zonas que no están dispuestas a pisar” asegura a OKDIARIO el recepcionista de una de las mayores empresas de mensajería de toda España. “Sabemos que otras empresas de la competencia están en la misma situación, hay zonas que se van a quedar incomunicadas en cuestión de repartos”.

Algunas de las zonas y calles señaladas como ‘conflictivas’ se encuentran en barrios como el Raval, el Maresme o ciertas áreas del Puerto Olímpico. “Cada cierto tiempo sumamos nuevas zonas, teniendo en cuenta la experiencia de los trabajadores» advierte el responsable de una oficina de mensajería situada en una de estas áreas consideradas «peligrosas».

Al informar a los clientes de que sus paquetes no serán entregados por este motivo, se les comunica que deberán ir personalmente hasta la oficina más cercana a su domicilio a recogerlo. La situación está provocando que aumenten considerablemente las quejas de clientes, pero las empresas se remiten a sus reglas internas.

En Correos se están dando casos semejantes. Según explican fuentes de la plantilla de la empresa postal, algunos carteros se quejan de los crecientes robos que sufren mientras realizan su trabajo diario. Se han llegado a dar casos en los que les han asaltado para robarles la PDA, el dispositivo que llevan para poder recoger la firma digital del receptor durante sus repartos. Un aparato que no tiene valor alguno en el mercado negro. Sin embargo, de momento Correos continúa operando en toda la ciudad.

Autor

Manuel Trujillo

Periodista apasionado por todo lo que le rodea es, informativamente, un todoterreno