Casi todas las personas decentes, como vuesarcedes (¡de nada!) y algunas indecentes, como mi señoría tenemos la costumbre de hacer periódicamente examen de conciencia o al menos balance de lo que, en cada etapa de nuestra vida, hemos hecho bien, regular, mal, peor …o se nos ha olvidado hacer. Y mi señoría ha detectado, al escudriñar anoche los aconteceres del medio año transcurrido, que el día trece del mes que acababa, en lugar de dedicar mi parleta a recordar “el cabo de año” o aniversario de la muerte de Jaime Campmany lo empleé en escribir una intranscendente chirigota que llamé “El ministerio de Igualdad no es de ´igual-da´” Ni que decir tiene que esto sí que fue un “lapsus” igual o de mayor envergadura que los que incluso reconoce tener la propia ministra, que Dios guarde, del citado ramo. Y es por ello, por lo de mi propio «lapsus» amnésico, por lo que no quiero que transcurra ni un solo día más sin traer a la memoria de vuesarcedes y de la mía, que el pasado día 13, de hace tres años, se nos fue para siempre la pluma de don Jaime. ¡Tres años ya!
Mi señoría, ante la imposibilidad de deshacer este entuerto de otra forma, se va a limitar a recomendarles la lectura del recuerdo que le dediqué puntualmente el pasado aniversario, en este mismo periódico, para que vuesarcedes, «mutatis mutandis«, lean aquella parleta (cfr. ”Hoy hace dos años”), la actualicen o “aggiornen” siquiera sea en sus mentes y sonrían a la vez que lloran o lloren mientras sonríen. Merece la pena. ¿O no?
1-07-2008.
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