Cuando uno se fija en el aspecto de Leo Messi, hay algo que le llama la atención: su barba pelirroja. A pesar de que su pelo es castaño, por mucho que el verano pasado decidiera teñírselo de rubio, su vello facial es de un tono más bien rojizjo. El porqué de esta peculiaridad está en la genética. Según ha señalado el diario
Sport,
la mutación de un gen es la responsable de esta curiosa diferencia de tonalidades. Más concretamente, la culpa recae sobre el gen MC1R.
Hace más de una década un grupo de científicos descubrieron que la mutación de este gen da como resultado la creación de una proteína que convierte el pigmento rojizo en marrón.