+Es viernes santo y el diablo anda suelto
+Entendida el alma como origen o primer principio del movimiento
+En el Fedro Platón atribuye al alma el origen de las pasiones, por lo tanto de la vida emocional del hombre.
Es viernes santo y como el diablo anda suelto* no le queda a uno otra ruta más que la de encaminarse hacia sí mismo. Pero no, no es porque ya uno se convierta en filósofo y el nemaste venga a mi encuentro; la razón es más mundana, es por falta de dinero. Porque si lo hubiera, de seguro estaría con mis hijas y mi adorada en comunión de hogar y no a miles de kilómetros de distancia.
Sea dicho lo anterior le invito a leer una parte de “La filosofía de Platón”; aquella misma que es referenciada para algunos autores, con formación antropológica y psicológica, como: la inmortalidad del alma en el «Fedro».
Aprovechemos, pues, la escabrosidad del lucifer y adentrémonos en la inmortalidad del alma:
La inmortalidad del alma y su naturaleza tripartita en el «Fedro»
En el Fedro (245c) encontramos un nuevo argumento sobre la inmortalidad del alma, basado en la idea de que el alma es el origen de todo movimiento; la inmortalidad del alma, entendida el alma como origen o primer principio del movimiento, se sigue aquí de la teoría de que el alma es el origen de la vida, el principio vital, y que sin ella no hay vida posible; se establece una equivalencia entre vida y movimiento, siendo el origen de ambos el alma, la única realidad que tiene capacidad de moverse a sí misma sin necesidad de la acción de una fuerza exterior:
Toda alma es inmortal. Pues aquello que está siempre en movimiento es inmortal. Todo aquello que mueve a otra cosa siendo, a su vez, movido por otra cosa, cuando cesa su movimiento, cesa también su vida. Sólo aquello que se mueve a sí mismo, al no fallar nunca, tampoco cesa nunca de moverse, sino que es la fuente y principio del movimiento para todas las otras cosas que mueve. Pues el principio nunca comenzó a existir.
Y todo lo que comienza a existir nace a partir del principio, mientras que el principio mismo no procede de nada. Pues si el principio proviniera de alguna otra cosa, dejaría de ser principio. Y puesto que no comenzó, tampoco será destruido. Pues si el primer principio fuera destruido, no podría ya originarse partir de ninguna otra cosa, ni ninguna otra cosa podría originarse a partir de él, dado que todas las cosas se originan a partir de un primer principio. Así, pues, el primer principio del movimiento es aquello que se mueve a sí mismo.(Platón, Fedro, 245c)
Pero la afirmación de que la naturaleza del alma es simple no fue la última palabra de Platón. Tanto en el Fedro como en el libro IV de la República, y posteriormente en el Timeo, nos presentará el alma como siendo de naturaleza tripartita, posición que se verá reafirmada en el Timeo.
¿Se refiere Platón a una sola alma o a tres almas distintas? La forma de referirse Platón al alma, tanto en el Fedro como en la República, nos permite afirmar que Platón no concibe la existencia de tres almas distintas en el hombre, sino la de una sola alma que realiza tres funciones distintas.
En el Fedro, en efecto, nos habla Platón de un alma tripartita en el mito del carro alado. El alma es comparada a un carro tirado por dos caballos y controlado por un auriga.
«El alma es como un carro de caballos alados y un auriga que forman una unidad.
Ahora bien: los caballos y aurigas de las almas de los dioses son todos buenos y de excelente linaje; los de las otras almas, sin embargo, son mezclados. Nuestro auriga gobierna a la pareja que conduce; uno de sus caballos es bello y bueno y de padres semejantes, el otro es lo contrario en ambos aspectos. De ahí que la conducción nos resulte dura y dificultosa.(Platón, Fedro, 246 a)
El auriga representaría la parte racional del alma, encargada de dirigir el conjunto hacia sus fines; el caballo bello y bueno representaría las tendencias nobles, y el otro caballo, el que es lo contrario en ambos aspectos, representaría las tendencias más materiales. A diferencia de lo que ocurría en el Fedón, donde la alma no tenía ninguna relación con las pasiones, que eran atribuidas exclusivamente al cuerpo, en el Fedro Platón atribuye al alma el origen de las pasiones, por lo tanto de la vida emocional del hombre.
Es un avance importante en la interpretación psicológica de la vida humana, tratando de dar cuenta de los constantes conflictos a los que nos tiene habituados la experiencia. No obstante, la dirección del conjunto le corresponde al auriga, es decir, a la parte racional del alma. Esta posición corrige el intelectualismo del Fedón y nos ofrece una visión más acorde con lo desarrollado en la República, en la que el tipo de hombre dependerá no de la naturaleza del alma, sino de su orientación. http://www.webdianoia.com/platon/platon_fil_antro_4.htm
++Fedro. La obra Fedro (Φαίδρος) es un diálogo platónico de fecha posterior a La República, y que presenta muchas afinidades temáticas con el diálogo llamado El banquete. Es de la penúltima fase de la obra de Platón, y fue escrito en el año 370 a. C
Estructura de la obra.
El diálogo habla del valor de la retórica en conexión con la filosofía. También del tema del amor. Se lo considera uno de los más bellos y poéticos en la producción de Platón, especialmente sus descripciones del enamoramiento. Además habla de la escritura y su relación con la memoria.
El diálogo comienza con el discurso de Lisias que nos habla acerca del enamoramiento. A esto Sócrates refuta diciendo que hablar del enamoramiento o el amor en sentido negativo va en contra de los dioses; ya que, el amor es una divinidad (Afrodita y Eros) y si es una divinidad no puede ser malo sino bueno.
El primer discurso de Sócrates, en el que se habla de las formas del deseo, se divide en dos:
A)El deseo como sensatez.
B) El deseo como desenfreno.- Este a la vez se explica con el desenfreno que se tiene por la comida, bebida y el cuerpo. Este último es un empuje hacia el amor que entra por los sentidos para llevar al mundo cognoscible y así poder observar la verdad.
El segundo discurso de Sócrates nos habla acerca de la locura y las subdivide en dos:
A) La locura como enfermedad humana.
B) La locura como inspiración divina.- La locura como inspiración divina es
subdivida en 4:
B.1 La profética (Apolo)
B.2 Los rituales místicos (Dioniso)
B.3 La poética (las Musas)
B.4 La del deseo corporal (Afrodita y Eros)
Estas subdivisiones y en especial la última demuestran el deseo de explicar como el alma en si también al ser algo divino tiene un destino. En este discurso también se puede diferenciar la asociación del alma tripartita que hace Platón.
El alma es representada por una alegoría en el que se relaciona el auriga y los dos caballos que tiran de ella; además, el alma es alada.
También advierte en este discurso que los destinos del alma son en total nueve de acuerdo a la cantidad de verdad que haya visto el alma alada en su viaje siguiendo a los dioses. Estas son:
1. Filósofos.
2. Reyes.
3. Políticos o comerciantes.
4. Maestros de gimnasia.
5. Adivinadores.
6. Poetas.
7. Artesanos o campesinos.
8. Sofistas o demagogos.
9. Tiranos.
Estos son los nueve destinos en que el alma puede caer después de despistarse del camino de los dioses. Este despiste se debe a la diferencia que existen entre los caballos y el auriga del alma y el de los dioses. El alma es alada y al caer del camino pierde esas alas. Al llevar una vida filosófica durante tres vidas esto hará que el alma vuelva a ser alada y no se quede en la tierra por el periodo de 10000 años que es el tiempo en el que tarda en salir nuevamente las alas.
En el transcurrir del diálogo se habla también de la retórica y se busca su definición. Esta a la vez es comparada con los supuestos maestros de la época en retórica como Gorgias, Lisias, y algunos sofistas. También se hace alusión a Pericles que aprendió por Anaxágoras la naturaleza de las cosas. Según el Sócrates platónico esto es fundamental porque Pericles desarrolló su retórica a partir de un conocimiento de lo universal aunque no tomara buenas decisiones a juicio de Sócrates, era perdonado por ejercer la retórica con fines naturales.
Finalmente habla sobre la escritura a esto nos tenemos que remontar al mito de Thamus y Theuth quienes eran el rey de Egipto y una divinidad, conocedor de un gran número de artes pero sobre todo de las letras, respectivamente. El mito da a entender que el rey de Egipto reclama a Theuth que la escritura no es la verdadera sabiduría del hombre sino más bien el recuerdo que uno tiene a través de la palabra (anamnesis).
Bibliografía[editar]
Platón (2003). Diálogos. Obra completa en 9 volúmenes. Volumen III: Fedón. Banquete. Fedro. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-1036-5.
Textos Herméticos. traducción del Griego Francesc Xavier Renau Nebot. Incluye Corpus Hermeticum [Anexo del Códice VI Nag Hammadi. La Ogdóada y la Enéada], Extractos de Estobeo, Asclepio [Anexo. Nag Hammadi VI 8: Fragmento del Lógos téleios], Fragmentos diversos, Definiciones Herméticas Armenias, Apéndices e Índices de nombres propios y de la doctrina Hermética, 1999 [1ª edición, 2ª impresión]. Madrid: Editorial Gredos. ISBN 978-84-249-2246-7.
https://es.wikipedia.org/wiki/Fedro
* «Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso» Credo.
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