¡Claro que Begoña puede ir a la cárcel!

¡Tantas como ha hecho…! Pero no seré yo quien diga que se lo ha merecido, porque no sé más que lo que voy leyendo en los medios. Ahora bien, como sea verdad, claro que se lo merece. Otra cosa es que vaya, porque algún plan tiene esta familia. El hermano ya tiene más que preparada su estancia en Japón…

Hay precedentes sobre casos parecidos al de Begoña en los cuales se dio la pena de cárcel, por lo cual sería de muy mal gusto que en su caso no se diera. Es tal el desparpajo con el que esta familia y sus alrededores se han comportado con la Hacienda Pública, y en realidad con todo lo que tenga que ver con el Estado, que cabo suponer que tenían unos cálculos muy distintos de lo que ha resultado ser. De pronto, cuando Peinado empezó a mirar surgieron los primeros ataques a su persona. Obscenos, mal intencionados, etcétera. Pero el juez siguió a la suya, sin despeinarse. Y ahora espera hacer caja. Ha puesto demandas contra unos cuantos y luego, a cobrar.

Enseguida surgieron también los casos del Peugeot, que parece mentira. Un país tan grande como España teniendo que soportar a cuatro granujas que la recorrieron, con dinero ganado por las putas, para apoderarse del gobierno de la nación y luego resultó que la Constitución consagra un tablero inclinado a favor del PSOE y no contiene ningún artículo que permita echar al presidente por sinvergüenza. Nos van a salir caros esos tipos, pero la lección recibida, si se aprovecha bien, vale la pena. De los cuatro hay tres que tienen difícil eludir la cárcel y el cuarto, si no tiene planeada la fuga, también la tendrá como residencia.

Y nos quedan más granujas, del entorno presidencial y alrededores. El Felón está preparando una gorda, pero es posible que le explote en las manos.

Esos libros míos