Ser nuestro mejor aliado: Es un gran desafío, pero posible

En un mundo cada vez más incierto, donde la incertidumbre crece, la colaboración se debilita y la empatía parece desvanecerse, surge una pregunta fundamental: ¿Realmente nos conocemos? ¿Hasta qué punto podemos comprendernos sin juzgarnos?

Esta inquietud llevó a la divulgadora Jessenia Palomino Challco a sumergirse en el estudio de la neurociencia y la neuroeducación. Con una sólida trayectoria en Ciencias Ambientales y Química Ambiental, su carrera ha estado marcada por la investigación científica. Sin embargo, más allá de los datos y los análisis, descubrió la necesidad de comprender al ser humano desde su interior, explorando cómo el conocimiento y la gestión emocional pueden transformar vidas.

Actualmente, Jessenia imparte talleres a adolescentes y docentes, proporcionándoles estrategias para fortalecer el autoconocimiento, desarrollar habilidades y afrontar la vida con una mentalidad más resiliente. Su taller «Sé tu mejor aliado: Aflorando tu verdadera identidad, desplegando tu potencial con actitud» es una invitación a descubrir quiénes somos realmente y cómo podemos transformar nuestras vidas con confianza y determinación.

«Muchas veces, el ser humano toca fondo para ver la vida desde otra perspectiva», reflexiona Jessenia. Su trabajo une la ciencia con el bienestar emocional, mostrando que el verdadero aprendizaje también está en la gestión de nuestras emociones y pensamientos.

Su misión es clara: ofrecer herramientas para que cada persona aflore su verdadera identidad, transforme sus debilidades en fortalezas y construya un futuro basado en el autoconocimiento y la resiliencia. Su historia es un testimonio de cómo el aprendizaje no solo es académico, sino también un viaje interno, en el que cada experiencia, cada desafío y cada reflexión nos acercan más a nuestra propia verdad.

Las claves para ser nuestro mejor aliado

Durante nuestra conversación, Jessenia nos compartió tres pilares esenciales para lograr este proceso de transformación:

1. Aflorar nuestra verdadera identidad

– Gestionar nuestros diálogos internos: El cerebro no distingue entre una amenaza real o imaginaria, y el 90% de nuestras preocupaciones nunca suceden. Aprender a observar nuestros pensamientos nos permite activar redes cerebrales como la de saliencia, esenciales para el autoconocimiento y el bienestar emocional.

– Desarrollar conciencia corporal: Antes de que el cerebro registre una emoción, el cuerpo ya ha enviado señales. Identificar y gestionar estas sensaciones permite regular el estado emocional y fortalecer la inteligencia emocional, aspectos claves en la educación socioemocional.

– Transformar hábitos perjudiciales: El cerebro siempre elegirá aquello que le resulta familiar. No basta con evitar ciertas conductas; es necesario sustituirlas por alternativas saludables. La neurociencia demuestra que la intención, el compromiso y el control voluntario son esenciales para generar nuevas rutas neuronales y moldear nuestro propio cerebro.

2. Desplegar nuestro potencial humano

Cuando aprendemos a conocernos y comprendernos, podemos desplegar nuestro potencial con confianza y autenticidad. Jessenia nos habla de los tres superpoderes que todos poseemos:

• La cabeza (cerebro ejecutivo): Nos ayuda a identificar lo que realmente queremos, filtrando pensamientos y enfocándonos en lo esencial.
• El corazón (cerebro emocional): Nos conecta con nuestros deseos profundos y los motivos que nos impulsan.
• Las manos (tronco cerebral): Nos llevan a la acción, transformando intención en realidad.

Los estudios muestran que, más que la inteligencia o el conocimiento, son las emociones las que moldean nuestro cerebro.

«La neurociencia nos ofrece herramientas para aprender y mejorar nuestra vida», explica Jessenia. «Nuestro cerebro observa, analiza y responde constantemente, por eso es fundamental reprogramarlo para potenciar nuestras capacidades. No se trata de bloquear pensamientos negativos, sino de sustituirlos por aquellos que nos impulsen hacia el crecimiento».

Sin embargo, para que nuestro potencial brille, necesitamos una pieza clave: la actitud con la que enfrentamos la vida.

3. La actitud: La clave para afrontar la vida

• Nuestra actitud define nuestra manera de afrontar los retos.
• «Podemos elegir y entrenar», afirma Jessenia.

El desarrollo humano no es un destino, sino un proceso continuo de aprendizaje y evolución. La educación emocional en las aulas es clave para que las nuevas generaciones comprendan el poder del autoconocimiento, la gestión de emociones y la resiliencia.

Ser el arquitecto de nuestra propia transformación

Gracias a la plasticidad cerebral, podemos moldear nuestra mente, generar nuevas conexiones neuronales y reprogramar nuestra percepción del mundo. El autoconocimiento y la gestión emocional son las herramientas clave para afrontar los desafíos de la vida y transformar la incertidumbre en una oportunidad de crecimiento.

«No esperes el momento perfecto, porque el momento perfecto es cuando tú lo decides.» concluye Jessenia. “No olvides quién eres, de dónde vienes, dónde estás y hacia dónde vas.»

Su mensaje es claro: «Sé tu mejor aliado. Confía, conecta, crece desde el corazón y siente la magia de tu esencia.»

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