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¿Quién no ha fantaseado alguna vez con el apocalipsis?
Ya sea por culpa de películas, series como The Last of Us o simplemente porque el mundo parece empeñado en darnos sustos, la pregunta es inevitable: ¿qué deberíamos guardar en nuestra despensa si mañana todo se va al garete?
Mucho más allá de la paranoia, la ciencia y la seguridad alimentaria han comenzado a abordar esta cuestión con una seriedad que sorprende, aunque el escenario parezca sacado de un guion de Hollywood.
En un planeta donde las amenazas globales —cambio climático, pandemias, crisis nucleares o desastres naturales— se han vuelto parte de la conversación diaria, prepararse para lo impensable ya no es cosa de visionarios excéntricos.
Incluso la Unión Europea ha publicado recomendaciones para tener un pequeño arsenal de alimentos por si el destino decide jugarnos una mala pasada.
¿Qué alimentos recomienda la ciencia para sobrevivir al apocalipsis?
Lo primero que hay que saber es que la supervivencia prolongada depende de algo más que llenar la despensa de arroz y lentejas. Un estudio liderado por la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, ha puesto el foco en alimentos que, por sus propiedades y facilidad de cultivo, podrían garantizar la supervivencia en condiciones extremas. El análisis, publicado en PlosOne, explora los cultivos más eficientes en escenarios apocalípticos, desde inviernos nucleares hasta crisis alimentarias derivadas del clima extremo.
Entre los alimentos estrella destacan:
- Guisantes y legumbres: Eficientes, nutritivos y con alto contenido en proteínas.
- Espinacas y remolacha: Sobresalen en condiciones de invierno nuclear por su resistencia y valor nutricional.
- Trigo: Rico en carbohidratos y fácil de almacenar.
- Zanahorias: Aportan vitaminas y minerales esenciales, además de ser de cultivo sencillo en espacios reducidos.
Pero la ciencia va más allá. No solo se trata de tener calorías, sino de mantener una dieta equilibrada en nutrientes. Por eso, los expertos también aconsejan sumar:
- Latas de pescado (atún, sardinas): Alto contenido en proteínas y ácidos grasos esenciales.
- Frutos secos: Energía concentrada y larga vida útil.
- Quesos curados: Nutrientes concentrados y posibilidad de conservación sin refrigeración.
- Alimentos liofilizados: Legumbres y cereales en formato compacto y de fácil almacenamiento.
- Suplementos de vitaminas y minerales: Imprescindibles si la variedad de alimentos escasea.
- Aceite y pan tostado: Grasas esenciales y fuente de energía rápida.
En definitiva, la lista de la compra para el apocalipsis no se parece en nada a la de una dieta de moda, pero es un seguro de vida si el supermercado más cercano desaparece de un plumazo.
Las amenazas globales que justifican un kit de supervivencia
No hace falta imaginar zombis ni meteoritos. El cambio climático ya está mermando la productividad agrícola, multiplicando sequías e inundaciones y alterando cadenas de suministro. Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), los rendimientos de cultivos básicos como el arroz y el trigo podrían caer hasta un 25% para 2050, afectando a miles de millones de personas. La escasez de agua y el desperdicio alimentario son problemas que agravan el riesgo: actualmente, un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo termina en la basura, cifra que podría alimentar a 870 millones de personas al año si se gestionara mejor.
El panorama se complica con el auge de conflictos bélicos, migraciones masivas por desastres naturales y el crecimiento de la población, que superará los 8.600 millones en 2025. Todo ello, sumado a la resistencia antimicrobiana y las crisis económicas, dibuja un futuro donde la seguridad alimentaria ya no es un derecho garantizado, sino una carrera de fondo.
¿Cómo elegir los alimentos ideales para el fin del mundo?
La clave está en apostar por alimentos no perecederos, fáciles de almacenar, ricos en nutrientes y, si es posible, listos para consumir sin necesidad de cocción. Entre las opciones más recomendadas por nutricionistas y expertos en seguridad alimentaria, encontramos:
- Conservas de legumbres y pescado
- Mantequilla de cacahuete y cremas de frutos secos
- Frutas deshidratadas y barritas energéticas
- Alimentos en polvo (proteína de soja, leche en polvo)
- Miel, chocolate y mermeladas (para un toque de moral y energía extra)
- Condimentos como vinagre y salsa de soja, que pueden durar años y mejorar la variedad de una dieta monótona.
Eso sí, aunque muchos de estos productos parecen diseñados para astronautas, la creatividad también cuenta: una despensa variada puede marcar la diferencia entre sobrevivir y mantener la cordura en un mundo patas arriba.
Curiosidades científicas: la gastronomía del apocalipsis y otros datos para la sobremesa
A lo largo de la historia, la humanidad ha demostrado una capacidad asombrosa para adaptarse a las crisis alimentarias. Desde la Edad Media, cuando los graneros se llenaban de cereales para resistir los asedios, hasta la NASA, que ha desarrollado alimentos liofilizados para la conquista espacial (y que ahora podrían salvarnos en la Tierra), la ciencia ha estado siempre al servicio de la supervivencia.
Algunas curiosidades para impresionar en la próxima conversación postapocalíptica:
- El pan de guerra: Durante la Primera Guerra Mundial, los soldados británicos recibían “pan duro” hecho con una mezcla de harina de trigo y otros cereales menos apetecibles. Su vida útil era casi infinita… y su sabor, legendario por lo contrario.
- La miel, eterna: Un tarro de miel encontrado en las tumbas de faraones egipcios seguía siendo comestible 3.000 años después. Si buscas un alimento que desafíe al tiempo, la miel es la reina indiscutible.
- Las semillas del juicio final: En Svalbard, Noruega, existe una bóveda subterránea con millones de semillas de todo el mundo, diseñada para proteger la biodiversidad alimentaria ante cualquier catástrofe. Es el arca de Noé vegetal.
- El apocalipsis de las patatas: En el siglo XIX, la gran hambruna irlandesa causada por la plaga de la patata demostró que la dependencia de un solo cultivo puede ser letal. Por eso, la variedad es la mejor aliada en cualquier kit de supervivencia.
- El kit de la UE: Las recomendaciones oficiales incluyen hasta “guarrerías” como chocolate o cremas de untar. No solo de proteína vive el ser humano; un poco de azúcar puede salvar la moral cuando todo lo demás falla.
El futuro es incierto, pero la ciencia tiene claro que, si llega el apocalipsis, será mejor tener la despensa lista… y una buena historia para contar mientras se abre la próxima lata.
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