Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Los cinco pilares de la felicidad del niño

Relación: Activación

CÓMO EDUCAR PARA GENERAR ADULTOS FELICES

Alberto Guzmán Ortega 18 Mar 2020 - 09:45 CET
Archivado en:

Más información

¿No sabes a qué colegio llevar a tus hijos? esta guía te ayudará para darles la mejor educación

Como especie hemos entrado en un aceleramiento global, una hiperactividad generalizada que conecta con la natural insatisfacción humana, nuestra preferencia por lo novedoso y el sesgo de la distancia vital.

Este sesgo se activa si contempla su viaje, su vida, centrado en el factor distancia, ya que puede creer que a mayor velocidad, mayor  distancia  recorre  durante su vida.

Creerá percibir que cuantas más experiencias tenga y más rápidamente, más vivirá.

Pero no es tan fácil; solo tendrá que detenerse por un momento para darse cuenta de que la insatisfacción corre más que usted.

Desde hace miles de años se tenía la certeza de que felicidad y velocidad no correlacionaban.

La solución clásica a este dilema había sido que lo importante no era ni la distancia ni el destino sino el viaje.

Hoy sabemos exactamente lo mismo: que la felicidad no se relaciona con hacer muchas cosas, ni muy rápido, ni muy lejos, sino más bien con vivir intensamente cada paso que damos.

¿Cómo enseñar al niño a gestionar su activación? Para empezar tiene que considerar que a esta la rigen tres factores: lo innato, lo aprendido y las circunstancias del momento.

Cada niño hereda una sensibilidad diferente a los estímulos, la va adaptando mediante el aprendizaje desde el vientre materno y esta se expresa condicionada por el momento.

De los tres aspectos de la activación, el aprendizaje es el más potente y el que tiene mayor peso en ella durante la vida de la persona.

Existe una doble relación entre activación y aprendizaje. Por una parte este influye en la gestión de aquella y por otra, la activación tiene que estar en un nivel óptimo para que se produzca cualquier aprendizaje.

Poca o excesiva activación dificultan la atención y el procesamiento memorístico.

Su trabajo como educador respecto a la activación se centra en cuatro aspectos, todos conectados con la tolerancia a la frustración:

Para finalizar quiero subrayarle que tanto su relación con la familia, la adaptación social, como el desarrollo intelectual, emocional o cualquier condición artística superior, dependen directamente del propio control de la activación.

Más en Educación

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by