De la misma manera que los humanos nos cansamos de las grandes ciudades y de las aglomeraciones, los perros también pueden estresarse por vivir en una gran urbe. Fetch Club, un centro de lujo canino en pleno centro de Nueva York, ofrece a sus huéspedes un restaurante canino, un gimnasio, un estudio fotográfico, un spa, una discoteca e incluso un hotel donde pueden pasar la noche.
En el exlusivo club para perros, los animales tienen la oportunidad de disfrutar de un masaje, correr por la pista de césped cubierta de 3.000 metros cuadrados, bañarse en una piscina de agua mineral o hacerse la manicura, según publica el diario inglés Mail Online—Luxury doggie day care: Pampered pooches are treated to massages, disco and filet mignon meals at VIP New York venue–.
Los animales de compañía de la élite de Nueva York también disponen de una sala de entrenamiento y de un estilista particular que les asesore en las sesiones de estudio con fotógrafos profesionales.
Ubicado en el corazón del Distrito Financiero de Nueva York, el Fetch Club tiene como objetivo ser un oasis moderno para los perros de la gente más adinerada de Manhattan. «Estamos aquí para cuidar de la salud física y mental de los caninos que residen en Nueva York», afirma Peter Balestrieri, que abrió Fetch Club a principios de este mes con su novia, Janna Lee.
«Por poco más de 200 euros al año, un miembro del Fetch Club puede dejar aquí a su perro durante el día sabiendo que estará bien cuidado y disfrutará de su estancia». «Dependiendo de las necesidades del perro, podemos ponerle a correr en una cinta mientras ve un vídeo de ardillas corriendo o perros jugando», afirma Peter Balestrieri.
Fetch Club, con una capacidad para 90 perros, cuenta con la ayuda de seis cuidadores de mascotas que no olvidan proyectar en la pista de césped interior películas de perros como Lasie o Scooby Doo. Además, los cuidadores no quitan el ojo a los canes cuando deciden darse un baño en la piscina de agua mineral. El dueño de Fetch Club asegura que todo esto es una manera de refrescar a los perros, que se pasan el día entre apartamentos y rascacielos.
Uno de los espacios de los que Peter está mas orgulloso es de la discoteca canina. Abierta a partir de las 7 de la tarde, ofrece la oportunidad de que los dueños dejen allí a sus perros si aún están trabajando o si quieren salir a cenar. «Tenemos una bola de discoteca en la pista y ponemos muchos de los grandes éxitos de música disco desde los años 70 hasta ahora», afirma el dueño de Fetch Club.
El lujoso centro canino también cuenta con una tienda de ropa donde los animales pueden adquirir trajes, correas decoradas o colonias. Además, todo perro que desee ingresar en Fetch Club debe pasar una entrevista previa.
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