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Cualquiera que vea una oruga, puede pensar que su aspecto suave la hace inofensiva y una presa fácil de obtener para cualquier depredador hambriento.
Sin embargo, existe una especie muy preparada para defenderse de cualquier ataque.
Se trata de la oruga de cuerno (Langia Zenzeroides), que utiliza una combinación de movimientos, sacudidas y hasta vómitos para defenderse de sus atacantes, según una investigación publicada en la revista Biological Journal of the Linnean Society, según recoge El Periódico.
Se sabía que esta familia de orugas respondía de forma agresiva cuando animales vertebrados, como los pájaros, se les acercaban, pero no se tenía conocimiento de sus técnicas de defensa cuando era atacada por animales invertebrados.
Ellas son las “niñas” de las mariposas y polillas, pero antes de desplegar alas espectaculares, las orugas protagonizan una de las transformaciones más asombrosas del planeta. Pequeñas, coloridas y a veces temidas, estas larvas de lepidópteros esconden superpoderes que las convierten en verdaderas máquinas de comer y sobrevivir.
Características que las hacen únicas
- Cuerpo segmentado: Poseen entre 3 y 5 pares de patas verdaderas (torácicas) y hasta 5 pares de falsas patas o pro-piernas abdominales que les permiten trepar y sujetarse con maestría.
- Aparato bucal triturador: Sus poderosas mandíbulas están diseñadas para devorar hojas a una velocidad impresionante. ¡Algunas especies pueden multiplicar su peso hasta 10.000 veces en pocas semanas!
- Osmeterium: Muchas orugas de la familia Papilionidae (como las de la mariposa cola de golondrina) sacan un órgano naranja con forma de cuácula que libera un olor fétido para ahuyentar depredadores.
- Colores de advertencia: Las más llamativas suelen ser tóxicas o de sabor desagradable. El clásico ejemplo es la oruga de la mariposa monarca (Danaus plexippus), que acumula toxinas de las algodoncillo y luce rayas negras, naranjas y blancas como bandera de “¡no me comas!”.
Variedades que quitan el aliento
- Oruga peluche (Megalopyge opercularis) – Conocida como “la oruga más venenosa de América”, parece un tierno bollito de pelo… pero sus espinas ocultas provocan dolor intenso.
- Oruga geométrida – Camina “midiendo la tierra” (de ahí su nombre): al carecer de pro-piernas en la mitad del cuerpo, arquea el cuerpo como si fuera un acordeón.
- Oruga procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa) – Famosa por desfilar en fila india y por sus pelos urticantes que causan reacciones alérgicas graves.
- Oruga de la esfinge de la calavera – Una de las más grandes del mundo: ¡puede superar los 15 cm y emitir un chillido cuando se siente amenazada.
- Oruga joya (Acronicta alni) – Parece una obra de arte moderna con tonos metálicos verdes y azules iridiscentes.
¿Sabías qué…?
- Algunas orugas son carnívoras: la oruga hawaiana Eupithecia atrapa insectos como una mantis religiosa.
- Otras practican el canibalismo para sobrevivir cuando escasea el alimento.
- Existen orugas que construyen refugios de seda o enrollan hojas como si fueran arquitectos.
Lejos de ser simples “gusanos”, las orugas son bioingenieras vivientes que regulan ecosistemas, sirven de alimento a miles de especies y nos recuerdan que la belleza más espectacular a veces empieza arrastrándose.
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