Begoña Aranguren, viuda de Vilallonga: «José Luis no reconocería ni a España ni a una clase política que da asco»

«Este libro es una carta para decirle cuanto le quería. José Luis ha sido el amor de mi vida»

Con estas palabras Begoña Aranguren (Bilbao, 1949) describe, durante la rueda de prensa celebrada el 12 abril 2011 en un céntrico hotel madrileño, su nueva obra ‘Niño mal de casa bien’ en la que, según ella, «los lectores descubrirán a un José Luis de Vilallonga distinto al aristócrata polémico al que nos tenía acostumbrados».

En el libro aparece el José Luis de Vilallonga que llegaba a casa y se quitaba el abrigo de cuello de terciopelo y se ponía las zapatillas.

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Durante la conversación con los periodistas, Aranguren no dudó en arremangarse y opinar sobre la política española:

Si estuviera aquí no reconocería a esta clase política ni a este país: da asco

Tenemos políticos que no saben decir ni ‘yes’ ni ‘how do you do?’

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El Felipe González de la calle Velázquez no es el que yo conocí. Cuanto más lejos mejor.

La viuda de Vilallonga es meridiana como el propio marqués de Castellvell, pero su emotividad sale a relucir cuando habla del que fue su marido. Sus ojos brillan como fruto de la emoción retenida cuando reitera una y otra vez que fue el amor de su vida.

El amor es lo más importante, lo que mueve el mundo

De la vida de Vilallonga cuenta que se rodeó de las peores personas posibles. Sus amigos lo adoraban porque era la manera de acercarse a él

Como le hicieras algo, tela

Era un gran curioso y le gustaba charlar con su mujer hasta altas horas de la mañana.

Nos daban las mil hablando de cualquier tema