(Martín Gelabert).- En un post anterior dijimos que el libro de la naturaleza es «Palabra de Dios». A propósito de este libro de la naturaleza se plantea un problema similar al que se plantea con el libro de la Sagrada Escritura.
Ambos son Palabra de Dios, pero ambos requieren exégesis, interpretación. El libro de la naturaleza puede decir una cosa y su contraria. Algo similar podríamos decir a propósito no de un tercer libro, pero sí de un lugar en el que Dios también manifiesta su voluntad y está diciendo algo a los seres humanos.
De este lugar habló el Concilio Vaticano II: en los acontecimientos históricos, en los signos de los tiempos, leídos a la luz del Evangelio, el creyente está llamado a discernir la voluntad de Dios. De forma espontánea, en algunas prácticas pastorales, se suele decir a niveles individuales: pregúntate que quiere decirte Dios en este acontecimiento.
Para leer el artículo completo, pincha aquí:
Más en Religión
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home