Obispado de Salamanca reclama la presunción de inocencia para un sacerdote acusado de abusos

El Obispado de Salamanca ha hecho público un comunicado en respuesta a la acusación formulada contra un sacerdote de la Diócesis por supuestos abusos sexuales a un menor hace veinte años. En él asegura que, en consonancia con la moral católica y la disciplina de la Iglesia, «manifestamos nuestra más firme condena de todo abuso sexual de menores; con mayor motivo si el abuso es cometido por un sacerdote».

El comunicado asegura que «hacemos nuestro el sufrimiento de quien se siente víctima, le pedimos de antemano perdón y le ofrecemos la oración y el afecto maternal de la Iglesia, solícita de la reparación del daño espiritual que hubiera causado».

La respuesta nace como consecuencia de que los juzgados de Salamanca recibieron el pasado 30 de abril una denuncia por unos supuestos abusos sexuales a un menor cometidos entre los años 1982 y 1992, y que la víctima, que por aquel entonces tenía 10 años, no se ha atrevido a desvelar hasta ahora.

Según publica la edición digital del diario ‘Publico‘. Según este diario, Javier Paz Ledesma denuncia ante los juzgados que un sacerdote abusó de él cuando era menor de edad en la iglesia de San Julián de Salamanca, y asegura que no fue el único en padecer estos abusos.

El sacerdote acusado está en situación de jubilación canónica y no tiene encomendado ningún oficio eclesiástico, según ha comunicado el Obispado de Salamanca, que añade que para prevenir el posible escándalo de los fieles, de forma cautelar, mientras se esclarecen los hechos, el sacerdote afectado se abstendrá de ejercer en público el ministerio sacerdotal.

Según el diario digital, el sacerdote, I. L. S. de 73 años, niega la veracidad de estas acusaciones y asegura no haber recibido ninguna notificación de los juzgados. «Es un caso de falso testimonio», denuncia. «No me ha llegado nada de los juzgados de Salamanca, pero sabía que andaba con alguna cosa de estas», reconoce el sacerdote a ‘Público’ y asegura que «parece ser que quiere dinero».

Además, desde el Obispado se muestran dispuestos a prestar a la Administración de Justicia la colaboración que sea necesaria para aclarar la verdad sobre el presunto delito denunciado. En el momento en que el Obispado de Salamanca disponga de los datos y valoraciones relativos a los hechos denunciados, «tomará las medidas disciplinares a las que pudiera haber lugar, en consonancia con el Derecho de la Iglesia. Mientras tanto, el sacerdote goza del derecho de presunción de inocencia», afirma el comunicado.

Este hecho se ha dado a conocer poco más de un mes después de que fuera detenido y enviado a prisión un joven catequistapor intercambiar pornografía infantil tras ser denunciado por abusos sexuales a un niño en Carbajosa de la Sagrada. (RD/Agencias)

Comunicado del Obispado

Un medio de comunicación digital se ha hecho eco hoy de la acusación a un sacerdote diocesano de Salamanca por abusos de menores supuestamente cometido hace más de veinte años. En relación con esta dolorosa noticia, el Obispado de Salamanca comunica:

1. En consonancia con la moral católica y la disciplina de la Iglesia, manifestamos nuestra más firme condena de todo abuso sexual de menores; con mayor motivo si el abuso es cometido por un sacerdote.

2. Hacemos nuestro el sufrimiento de quien se siente víctima, le pedimos de antemano perdón y le ofrecemos la oración y el afecto maternal de la Iglesia, solícita de la reparación del daño espiritual que hubiera causado.

3. Estamos dispuestos a prestar a la Administración de Justicia la colaboración que sea necesaria para aclarar la verdad sobre el presunto delito denunciado.

4. En el momento en que el Obispado de Salamanca disponga de los datos y valoraciones relativos a los hechos denunciados, tomará las medidas disciplinares a las que pudiera haber lugar, en consonancia con el Derecho de la Iglesia. Mientras tanto, el sacerdote goza del derecho de presunción de inocencia.

5. El sacerdote acusado está en situación de jubilación canónica y no tiene encomendado ningún oficia eclesiástico. Para prevenir el posible escándalo de los fieles, de forma cautelar, mientras se esclarecen los hechos, el sacerdote afectado se abstendrá de ejercer en público el ministerio sacerdotal.