Para Arjen Robben, no hay ninguna duda: el gran culpable de su salilda del Real Madrid fue Cristiano Ronaldo. El
crack
holandés llegó a la entidad madridista en verano de 2007 a cambio de 36 millones de euros procedente del Chelsea como una de las grandes promesas electorales de Ramón Calderón. Firmó por cinco temporadas, pero dos años después acabó abandonando la entidad para marcharse al Bayern de Múnich. Dos recién llegados, Kaká y, sobre todo, Cristiano Ronaldo, le cerraron definitivamente las puertas del triunfo en la entidad madridista.
«Fue un verano extraño.
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