La Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) quiere que el Gobierno expropie temporalmente el uso de las viviendas que las entidades financieras poseen y que se ven afectadas por procesos de desahucios, de modo que sus propietarios puedan acceder a alquileres sociales, al menos hasta que se apruebe una Ley de Segunda Oportunidad y se adopten otras medidas.
Así lo recogen en una moción, resultado de la interpelación que el portavoz parlamentario de ICV, Joan Coscubiela, planteó el pasado miércoles al ministro de Economía, Luis de Guindos, a quien reprochó que las medidas puestas en marcha hasta ahora han tenido un «reducido impacto» y que este problema «sigue tan vivo como al inicio de la crisis».No obstante, estas peticiones son sólo para paliar «el drama de los desahucios» durante el tiempo que tarden en ponerse en marcha los cambios legislativos que la Izquierda Plural estima imprescindibles para resolver realmente la situación.
Más allá de resolver la situación de quienes ya están inmersos en un proceso de ejecución hipotecaria, la Izquierda Plural también cree que hacen falta más medidas para prevenir que estas situaciones se puedan repetir, llegando más lejos de lo que lo hizo el Gobierno con su Ley Antidesahucios.
En concreto, se reclama una Ley de Segunda Oportunidad para que «familias y autónomos puedan reestructurar sus deudas como lo hacen las sociedades mercantiles, y no se vean abocados a vivir toda su vida atrapados en las deudas contraídas en un momento dado». Pero, además, la coalición quiere también reformar la legislación hipotecaria y civil para evitar el sobreendeudamiento personal, con propuestas como que las hipotecas no puedan superar el 30% de los ingresos personales o familiares ni el 80% del valor de tasación del piso, que no puedan fraccionarse ni prolongarse más allá de 30 años, que los intereses de demora equivalgan como máximo al doble del interés legal del dinero, o que las cláusulas de interés variable «en ningún caso puedan comportar un reparto equilibrado del riesgo» entre las partes. Asimismo, IU-ICV-CHA quiere que las tasadoras sean responsables de las valoraciones que hacen de las viviendas, de modo que si superan al alza el 10% del valor habitual en el entorno tengan que asumir los perjuicios económicos que se pudieran generar al deudor. También cree que habría que incrementar hasta cinco años de salario base los ingresos inembargables y que si un banco vende o transfiere a un tercero una vivienda o una hipoteca el deudor debe tener derecho a conservar todos sus derechos. Finalmente, la Izquierda Plural se queja de que «la información sobre los derechos existentes para los afectados (por desahucios) no es la adecuada» y cree que todos los documentos que el banco, el juzgado u otras partes les remiten debería incluir referencia a sus derechos.Más en Empresas
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