Ariane de Rothschild, presidenta del Grupo Edmond de Rothschild, y Pablo Alvarez, consejero delegado de Tempos Vega Sicilia, han inaugurado este viernes su nueva bodega de La Rioja (BR&VS), tras 15 años de trabajo e importantes inversiones para elaborar un vino (Macán) que busca la excelencia y pretende alcanzar «la categoría de leyenda».
Su Majestad el Rey, don Juan Carlos ha presidido el acto oficial al que han asistido 400 invitados, con la presencia del presidente del Gobierno vasco, Iñigo Urkullu, el presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, y el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, así como personalidades de la política, las empresas, las finanzas y el mundo del vino.En 2003, Ariane de Rothschild y Pablo Alvarez decidieron combinar los conocimientos especializados del grupo Rothschild y la familia Alvarez para poner en marcha una bodega en el corazón de La Rioja, unas de las zonas vitivinícolas más importantes del mundo. El proyecto se ha prolongado durante casi 15 años, en los que los el Grupo Rothschild y la familia Alvarez han construido unas instalaciones dotadas con los últimos avances tecnológicos para controlar cada detalle del proceso de elaboración.
La combinación de las técnicas tradicionales con los últimos avances tecnológicos constituye una de las claves de la inconfundible calidad de los vinos Macán. La bodega apuesta por la sostenibilidad y el respeto al medioambiente mediante un control exhaustivo de los suelos y las viñas, sin uso de herbicidas, utilizando fertilizantes naturales y limitando el laboreo (uso del tractor) de forma que la mayoría de las labores se realizan a mano con el objetivo de mantener las uvas en las mejores condiciones.
Las innovadoras características de la bodega permiten a los enólogos desplegar un nivel de atención sin igual, que va desde el transporte de los racimos hasta la elección de los materiales, pasando por el control de las temperaturas durante todo el proceso. Las innovaciones enotécnicas permiten una estricta selección de los racimos y las uvas, el control de las temperaturas en todas las áreas del proceso de elaboración, maquinaria que permite la integridad de la uva, controles exhaustivos de la fermentación y conservación del vino, y sistemas de microvinificaciones para realizar pruebas por parcelas, variedades o diferentes técnicas enológicas así como modernos sistemas de seguridad laboral. La bodega consta de tres naves principales (Elaboración, Envejecimiento y Expedición) que, gracias a la pendiente del terreno, permite que la gravedad vaya impulsando la uva hasta su transformación en vino. Las tres naves están articuladas y conectadas por un eje que recorre la bodega de un extremo a otro, de forma que se puede atravesar sin interferir en los procesos que se llevan a cabo en cada una de ellas, disfrutando del placer de pasear por un camino que nos lleva desde la llegada de la uva (en los más alto de la pendiente) hasta su transformación en vino y su salida de la bodega. Tras la primera cosecha de Macán en 2009, la bodega, en unas instalaciones alquiladas, puso a la venta alrededor de 90.000 botellas, que se agotaron en semanas. La nueva bodega permitirá aumentar paulatinamente la producción de vino hasta alcanzar en unos años las 350.000 botellas, siempre en función de las cosechas y la calidad de los vinos, siguiendo la filosofía de los dos grupos. El objetivo es la calidad no la cantidad. En este sentido, el director de la bodega, Ignacio Calvo de Mora Brito Cunha, explica «la nueva bodega supone un impulso técnico que nos permitirá optimizar nuestro trabajo al estar dotada con los últimos avances en enotecnología.. Contaremos con los mejores recursos para seguir elaborando vinos a la altura de lo que exigen dos referentes mundiales como Vega Sicilia y el grupo Edmond de Rothschild». EL SELLO DE ROTHSCHILD Y TEMPOS VEGA SICILIAMacán es un reflejo de la estrategia que Ariane de Rothschild articula en el ámbito de las actividades tanto financieras como no financieras del Grupo Edmond de Rothschild: superar los límites de la innovación, combinando rentabilidad e inversión a largo plazo, al tiempo que reinventa modelos de negocio tradicionales.
Por su parte, Pablo Alvarez explica que «Tempos Vega Sicilia se ha convertido en una familia de vinos única y prestigiada en todo el mundo gracias a los valores que han caracterizado el trabajo de la familia y sus empleados a lo largo de estos 35 años desde que la bodega fuera comprada por mi padre David Alvarez: una cultura de dedicación, paciencia y esfuerzo; el respeto por el valor del tiempo y los ritmos que marca la naturaleza; la pasión por el trabajo bien hecho y la búsqueda de la autenticidad y la excelencia». «De esta forma – ha proseguido-, hemos mejorado la calidad de los vinos, hemos creado nuevas bodegas -Alión, Pintia, Oremus y ahora BR&VS- y hemos impulsado el crecimiento internacional de todas nuestras marcas, manteniendo siempre el firme compromiso con nuestros clientes».Más en Empresas
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