En un audaz y dramático giro que busca aprovechar todo su exitoso poder y background petrolero, Arabia Saudí está haciendo su apuesta más grande hasta ahora: NEOM. Pero esto no es solo una ciudad futurista que emerge de la arena del desierto; es la pieza central de un plan estratégico para forjar una nueva identidad energética para el reino, con el hidrógeno verde en su corazón. Y la ambición, lejos de ser solo un espejismo, avanza a pasos agigantados.
La adjudicación a la ingeniería Técnicas Reunidas, en consorcio con la gigante china Sinopec, para diseñar una de las mayores plantas de hidrógeno verde del planeta es un golpe sobre la mesa que posiciona a España en la vanguardia de la descarbonización. El megaproyecto se ubicará en Yanbu, en la costa saudí, y tiene como objetivo producir 400.000 toneladas anuales de hidrógeno para convertirlo en amoníaco verde, un combustible del futuro, listo para ser exportado.
Durante los próximos 10 meses, la empresa española se encargará de la ingeniería de diseño de la planta (FEED), un contrato que abarca no solo la unidad de electrólisis de 4 gigavatios, sino también toda la infraestructura auxiliar crítica, como la desalinizadora de agua y la terminal portuaria. Esto demuestra la confianza en la capacidad técnica española para liderar proyectos de miles de millones de euros.
La noticia llega en un momento de ¨reacomodos¨ para la industria de la energía limpia. Con el proyecto NEOM como estandarte, Arabia Saudí planea invertir miles de millones en energías renovables con el fin de convertirse en una potencia mundial en la exportación de hidrógeno para 2030, y esta planta es la prueba de fuego de esa ambición. Para más detalles sobre este proyecto, se puede consultar la noticia original en Inspenet.
Técnicas Reunidas no se duerme en los laureles; esta adjudicación es parte de una estrategia agresiva de diversificación que la ha llevado a participar en otros proyectos de descarbonización punteros en Europa, como la planta de e-metanol en León. Solo entre 2024 y 2025, la compañía ha acumulado contratos en el reino saudí por un valor superior a los 2.200 millones de euros, una cifra que habla por sí sola de su poderío.
Mientras el mundo se debate en cómo afrontar el cambio climático, la audacia de este proyecto demuestra que la revolución energética ya está en marcha, con la ingeniería española al frente. Un verdadero «game changer» que demuestra el impacto de la ingeniería nacional en el tablero global.
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