La señalización de EPI no debe ni puede quedarse en un simple cartel informativo. Afortunadamente, empresas especializadas en seguridad industrial ofrecen soluciones que van mucho más allá del cumplimiento visual, apostando por una estrategia integral que conecta la señalización con el comportamiento y los resultados medibles en planta.
La base del cumplimiento normativo comienza con una señalización bien diseñada
En el entorno empresarial e industrial se siguen cometiendo errores en espacios tan importantes como el de producción, almacenaje o carga y descarga. Uno de los más comunes en la señalización EPI es asumir que colocar un cartel ya garantiza la protección de los trabajadores y de las mercancías. Nada más lejos de la realidad. Para cumplir con los estándares actuales, tal y como señala Seton (empresa líder en equipos de seguridad y protección, de señalización y de identificación), la norma ISO 7010 hace necesario elegir pictogramas oficiales que sean reconocibles, comprensibles y estandarizados internacionalmente. No hacerlo expone a la empresa a fallos en auditorías y posibles sanciones.
Sin embargo, además de elegir el pictograma correcto, el tamaño debe ser proporcional a la distancia de lectura, el contraste debe permitir su visibilidad en condiciones reales (iluminación deficiente, polvo, vapor) y la colocación debe situarse en los puntos de decisión clave, como son los accesos a zonas peligrosas, entradas de vestuarios, puertas de almacén o estaciones de carga.
Otro aspecto demasiadas veces olvidado es el soporte físico del cartel. Este aspecto es realmente relevante, ya que no es lo mismo una señal para exteriores sometida a la lluvia y el sol que una colocada en un laboratorio con exposición a productos químicos. Aquí, el uso de materiales como PVC resistente a UV o señalización fotoluminiscente será fundamental para diferenciar una señal efectiva de un papel decorativo sin impacto y con una mínima duración.
De la cartelería a la acción o cómo integrar EPI en la rutina diaria
Una estrategia de cumplimiento normativo eficaz exige que la señalización no sea un elemento aislado, sino parte de una cultura preventiva operativa completa. Esto implica reforzar los mensajes visuales con acciones tangibles como las siguientes:
- Inducciones de seguridad que incluyan un recorrido físico por la planta señalizada.
- Briefings diarios donde se recuerden los EPI específicos para cada tarea.
- Recordatorios en gemba, integrando el mensaje de protección en el punto de uso real, justo antes de ejecutar la tarea.
Este enfoque conductual se puede fortalecer con micro-nudges visuales, como adhesivos en herramientas, pictogramas en cajas de EPI o líneas de suelo que marcan el cambio de zona segura a peligrosa. Se trata de pequeños empujones psicológicos que tienen como objetivo mejorar el cumplimiento sin la necesidad de una vigilancia constante.
Así mismo, es necesario medir el impacto, cada empresa puede establecer KPI de cumplimiento específicos como estos:
- Porcentaje de observaciones de uso correcto del EPI.
- Número de “near-miss” relacionados con falta de protección.
- Tiempos medios de reposición de EPI en planta.
Todos estos indicadores permiten auditar y corregir antes de que un fallo derive en accidente o multa.
La legislación actual, tanto a nivel nacional como europeo, exige informar, asegurando que el trabajador entienda, acepte y utilice el equipo de forma efectiva. En ese sentido, muchas empresas todavía caen en estos errores:
- Reutilizar señales genéricas poco contextualizadas.
- No renovar carteles de seguridad deteriorados.
- Mezclar mensajes de obligatorio cumplimiento con consejos (lo que genera confusión).
Una buena auditoría de señalización debería revisar, al menos una vez al año, la vigencia, visibilidad y efectividad del sistema completo, incluyendo formación, ubicación y reposición.
EPI en la industria y beneficios de una señalización eficaz
La compañía Navantia es un buen ejemplo de cómo combinar tecnología, cultura de prevención y señalización inteligente. En sus astilleros, los accesos están señalizados con pictogramas ISO 7010, integrados con sensores de presencia y validadores de uso de EPI, lo que garantiza que ningún operario entre en zona de riesgo sin el equipo adecuado.
Esta estrategia va más allá del cumplimiento. En entornos donde el EPI en la industria es vital para prevenir accidentes graves, los beneficios se miden en cifras:
- Reducción de incidentes y near-miss relacionados con el uso incorrecto de protección.
- Disminución de tiempos de parada por accidentes o inspecciones no superadas.
- Mejora en la percepción de la seguridad por parte de los empleados, que sienten que la empresa cuida de ellos.
En estos tiempos, la formación no es suficiente, se debe pasar a la acción y demostrar, mediante la implementación de la normativa, su efecto positivo en los resultados empresariales.
Implementar una estrategia eficaz de señalización EPI debe dejar de ser visto como un gasto, y contemplarse como lo que es, una inversión. Las soluciones de Seton permiten a las empresas alinear sus procesos con las normativas actuales y, al mismo tiempo, crear una cultura de seguridad palpable, medible y sostenible.
En la industria moderna, la diferencia entre una señal que se ve y una señal que se cumple puede ser la misma que separa un día más de producción sin incidentes… o una llamada al servicio de emergencias.
Más en Empresas
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home