Suele pensarse que en América del Sur hay una clara tendencia a la emigración, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que algunos de los países que conforman dicho territorio se caracterizan precisamente por acoger, desde tiempos inmemoriales, a multitud de inmigrantes. Un claro ejemplo es el de Argentina.
Cuando el siglo XIX estaba a punto de terminar, dio comienzo una inmigración proveniente de Europa que no cesó hasta unas cuantas décadas después. En concreto, los europeos que llegaron a Argentina se cifraron en unos seis millones. Tal como señalan los datos de la Presidencia de la Nación, el año en el que se registró una mayor actividad en este sentido fue 1913 con más de trescientas mil personas del citado continente.
Según la Organización de las Naciones Unidas, en la actualidad el país albiceleste cuenta con casi dos millones trescientos mil inmigrantes. Teniendo en cuenta que la población alcanza los 45 millones, esto se traduce en un porcentaje aproximado de 5 puntos.
Hoy en día, muchas personas de Europa siguen decidiendo establecerse en Argentina por varias razones. Un claro ejemplo son aquellos ciudadanos de nuestro país que deciden llevar a cabo una mudanza de españa a argentina. Esto supone un cambio radical no solo para dichos inmigrantes, sino también para el país albiceleste.
Tal como sucede en otros territorios, el hecho de tener un cinco por ciento de inmigrantes deriva en una afectación directa a la economía. Seguidamente, averiguaremos de qué maneras influye en el aspecto monetario de Argentina que tanta relevancia adquiere en los tiempos que corren.
PIB
2021 fue un muy buen año para Argentina, puesto que en términos de Producto Interior Bruto registró un crecimiento de más del 10%. En 2022 siguió creciendo, aunque tan solo la mitad. Los años venideros han sido también bastante positivos en este sentido. ¿Sabías que en cierta medida los inmigrantes son artífices de unos números tan halagüeños?
Esto es debido a que los inmigrantes que trabajan en Argentina suponen aproximadamente el 4% del PIB total. Es decir, prácticamente el mismo porcentaje de personas extranjeras que residen en dicho país. Así lo indica la Organización Internacional del Trabajo, además de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, dos instituciones que en su momento elaboraron un completo informe del que se extrae este dato y otros más.
Siguiendo el ejemplo de otros países, en ese mismo informe se detalla que los trabajadores inmigrantes acostumbran a cobrar menos que los que son nacidos en Argentina, aunque en líneas generales suele ser debido a que cuentan con menos formación que los ciudadanos albicelestes. Acabar con esta brecha es uno de los principales objetivos de los gobernantes que apuestan por políticas integradoras y atrayentes para la inmigración.
Desempleo
Para un país, no hay peor indicativo económico que el de tener una tasa de paro muy elevada. En España sucedió durante unos cuantos años y, por suerte, la situación acabó revirtiéndose, aunque todavía está lejos de las cifras deseables. Pero, ¿qué pasa en Argentina?
En los momentos de escribir estas líneas, el porcentaje está cifrado en 7,6 puntos. Hay países en los que la tasa varía muchísimo cuando se compara con la de los extranjeros que están en paro, pero no es el caso que nos ocupa. La inmigración a nivel laboral se integra prácticamente de la misma manera que los nativos. De hecho, el paro es un poco menor, aunque no de forma significativa.
Autoempleo
Es imposible que la economía de un país vaya bien si muy pocos de sus habitantes recurren al autoempleo, una modalidad que cada vez está más extendida entre los países de Sudamérica.
¿Sabías que los inmigrantes que eligen Argentina como país en el que vivir presentan una mayor tendencia a decantarse por el autoempleo en comparación con los ciudadanos que nacieron en el territorio albiceleste? Efectivamente, tal como demuestra de nuevo el informe de la Organización Internacional del Trabajo, amén de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
A nivel económico, para un país es muy importante que los inmigrantes no se lo piensen dos veces a la hora de iniciar un proyecto de autoempleo. Y es que gracias a ello la productividad aumenta hasta límites insospechados, al mismo tiempo en que se ve reducida la tasa de desempleo. Por si fuera poco, la economía del territorio se diversifica, con todo lo positivo que esto conlleva.
Como hemos visto, la inmigración tiene un gran impacto en la economía argentina. No solo nos referimos a los europeos que deciden establecerse allí, sino también a los ciudadanos que provienen de otros continentes como Asia. Siendo conscientes los gobernantes argentinos de lo beneficioso que puede llegar a ser el hecho de que ciudadanos del resto de países opten por vivir en la región albiceleste, no sorprende que hagan políticas para incentivar las nuevas llegadas y lograr así que el factor monetario mejore considerablemente.
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