La oración del nesciente o cuasinadasapiente o La conversión del papa Francisco

LA ORACIÓN DEL NESCIENTE O CUASINADASAPIENTE

al meditar sobre el paraíso perdido y no devuelto, ni después de ser redimidos por Cristo, y de ser todo feligrés hijo multisecular de bautizados, una y otra vez salvados del pecado original, pero privados tenazmente del Edén, lo que ya, por sí mismo produce el sufrimiento de un sueño ideal inalcanzado

Puesto que el mal existe y Dios lo sabe
-pues, si no, no sería ya omnisciente-,
puede acabar con él, o a omnipotente
no alcanza… -y ello aún fuese más grave-…

Debe concluirse, pues, que Dios no quiere
comportarse cual Dios benevolente,
lo cual aterra más, si piensa mente,
por no ser bueno, sabio o miserere…

Si el mal puede acabar y no quisiere,
no puede tolerarlo por probarnos:
Pues todo sabe, prueba ya supiere.

Y si es por albedrío libre darnos,
libertad sin mal, pues, no la pudiere.
¡No omnipotencia vuelve a demostrarnos!

El paraíso terrenal si es fuente
de sacra creación, que redención
divina ha de tornarnos, realmente,
¿o sólo es una falsa ensoñación?

Retornar a Edén fuese redimirnos
de muerte, enfermedad, daño y estragos
del yerro original, no cometido
por ninguno que aún anda por estos
maléficos, dañinos, mustios pagos.
¡Penar hoy por seres de ayer funestos!

Y aún yo digo
que más justo sería que el omnipotente y bondadoso Dios, al bien unido,
hubiese destruido ya al pérfido mal, que es el diablo,
o por benevolencia le hubiera perdonado
y aun que directamente -sin él- este u otro orbe podría habernos creado.

Por Dios que no te entiendo, oh Dios mío.

Mas, pues temo caer del todo en lo impuro del vacío,
digo que por la fe y la esperanza, que no por la razón,
mi tintero te escribe sacros cantos,
pues yo, Dios de lo absurdo, creo y quiero…

Y por eso ya te he perdonado,
de todo corazón,
de todo corazón,
por la carga excesiva que aún has depositado
al habernos iluminado con tan poca luz tangible, tras ser salvos.

JPM

Se reflexionan sobre estos temas que asaltan al cardenal Jorge Mario Bergoglio, en el cónclave que lo eligió Papa Francisco, en la novela en papel.

La conversión del papa Francisco. Parte I: La ciudad de Dios

https://aache.com/tienda/es/592-la-ciudad-de-dios.html

cuya segunda parte está agotada, después de haber interesado al propio Vaticano, pero que puede leerse en edición digital en:

La conversión del papa Francisco. Parte II: San Francisco, papa. La acción del Espíritu

https://www.amazon.es/San-Francisco-papa-acci%C3%B3n-Esp%C3%ADritu-ebook/dp/B01LBQLY7Y