Más información
¿Te has preguntado alguna vez por qué, cuando vas de tapas con amigos, la ración de croquetas nunca cuadra con el número de comensales? Pides croquetas para cuatro y aparecen tres en el plato. O siete, si sois seis. Este pequeño enigma tiene nombre propio: la regla de los números primos. No es casualidad ni despiste del camarero, sino una estrategia calculada que utilizan los bares para vender más raciones y, en definitiva, aumentar la cuenta.
¿Qué es la regla de los números primos?
El truco es sencillo: muchos bares sirven raciones compuestas por números primos de unidades —como 3, 5 o 7—, cantidades que solo se pueden dividir entre uno y sí mismas. El resultado: cuando un grupo comparte la tapa, siempre hay alguien que se queda sin su croqueta… o que se ve obligado a pedir otra ronda para que todos puedan repetir.
Como explicó el matemático Santi García Cremades en un programa de La 1 de RTVE, “la norma consiste en ofrecer raciones con unidades indivisibles por igual número de personas”. Así, si sois cuatro y la ración trae tres croquetas, alguien se queda mirando. Si sois cinco y llegan siete croquetas, sobran dos… y la rueda vuelve a girar. El bar gana porque pides otra ración para completar.
“El truco está en que nadie quiere ser el que se quede sin probar o repetir, así que la solución espontánea es pedir otra ronda”, explicaba Cremades. Y así es como la matemática entra en juego en la barra del bar.
¿Por qué funciona este truco?
- Psicología social: Nadie quiere quedarse fuera del reparto ni ser el que no prueba la última croqueta.
- Costumbre española: Ir de bares y compartir tapas es parte del ADN nacional. Las raciones se comparten y se negocian entre risas y anécdotas.
- Rentabilidad: El bar vende más unidades y el cliente gasta un poco más casi sin darse cuenta.
Por eso, si eres observador, verás que este truco no solo se aplica a las croquetas: sucede con calamares, empanadillas o incluso gambas. Siempre un número primo al acecho.
¿Es ético este truco?
En realidad, la mayoría lo toma como una pequeña trampa inofensiva e incluso divertida. Forma parte del folclore hostelero español. Pero algunos clientes lo ven como una forma sutil de “inflar” la cuenta. Según algunos medios especializados, “lo importante es estar atentos al pedir y decidir si queremos caer en la trampa… o pedir raciones dobles directamente”.
Croquetas: el bocado más universal
Hablar de croquetas es hablar de hogar, tradición y creatividad a partes iguales. Las hay de jamón ibérico, pollo, setas o bacalao. Su éxito reside en esa combinación irresistible: crujiente por fuera, cremoso por dentro.
Y si después de leer esto te apetece preparar unas croquetas (en número par o impar), aquí va una receta fácil y resultona inspirada en grandes cocineros españoles.
Receta casera de croquetas cremosas
Ingredientes (para unas 20 croquetas medianas)
- 500 ml de leche entera
- 200 ml de caldo suave (pollo o verduras)
- 80 g de mantequilla
- 70 g de harina
- 150 g de jamón serrano picado fino (o pollo cocido desmenuzado)
- 1 cebolla pequeña
- Sal, pimienta y nuez moscada al gusto
- 2 huevos
- Pan rallado
- Aceite de oliva suave para freír
Paso a paso
1. Sofrito base
- Pica bien fina la cebolla.
- En una sartén grande, funde la mantequilla a fuego medio.
- Añade la cebolla y pocha hasta que esté muy blanda y translúcida.
- Incorpora el jamón picado (o el ingrediente principal elegido) y saltea brevemente.
2. Roux perfecto
- Añade la harina y remueve bien durante dos minutos para que pierda el sabor crudo.
- Vierte poco a poco la leche caliente mezclada con el caldo sin dejar de remover con varillas.
3. Bechamel cremosa
- Cocina a fuego medio-bajo removiendo sin parar unos 10 minutos.
- Añade sal (cuidado si usas jamón), pimienta negra molida y un toque sutil de nuez moscada.
- La masa debe quedar cremosa pero espesa.
- Pasa la masa a una fuente ligeramente untada con aceite. Cubre con film tocando la superficie para evitar costra.
- Deja enfriar primero a temperatura ambiente y luego en nevera al menos cuatro horas (mejor toda la noche).
4. Formado y rebozado
- Con las manos ligeramente humedecidas, forma bolitas o cilindros del tamaño deseado.
- Pasa cada croqueta por huevo batido y pan rallado (mejor si es pan rallado grueso tipo casero).
- Repite el empanado si quieres un extra crujiente.
5. Fritura
- Calienta abundante aceite suave (180ºC aprox.) en sartén honda o freidora.
- Fríe pocas croquetas cada vez para evitar que se abran.
- Saca sobre papel absorbente.
Consejos clave
- Para una bechamel aún más cremosa añade unas cucharadas de nata líquida.
- Si te gustan muy suaves sustituye parte del caldo por leche.
- Hazlas del tamaño justo: ni muy grandes ni demasiado pequeñas.
Trucos finales para triunfar con tus croquetas (y evitar guerras matemáticas)
- Sirve siempre algún número par… ¡O hazte cómplice del juego matemático!
- Si sois grupo grande, prepara bandejas generosas para que nadie se quede sin probar.
- Varía los rellenos según temporada: setas en otoño, bacalao en Cuaresma…
- Puedes congelar las croquetas ya formadas antes de rebozar; así tendrás reservas listas.
La última ronda: cuando los números primos mandan
La próxima vez que vayas a un bar con amigos fíjate: ¿te han puesto tres croquetas para cuatro? ¿O siete para seis? Sonríe: estás ante una pequeña lección práctica de matemáticas aplicadas al tapeo patrio. Y si prefieres tener siempre suficiente… no dudes en preparar tus propias croquetas en casa siguiendo esta receta clásica.
¡Buen provecho!
Más en Gastronomía
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home