Manos perfectas en Navidad

He descubierto la manicura ideal. Parece esmalte ¡pero no lo es! Resulta tan bonita que me he hecho fan, adicta y no sé cuántos adjetivos más emplear.

En unos 15 minutos mis manos pasaron de parecer tristes a estar llenas de alegría y ¡preparadas para cualquier ocasión! Desde escribir en mi ordenador a ir a la cena más elegante. Daba gusto mirarlas, por eso recomiendo esta manicura muy especialmente, creo que es súper práctica para los días de fiesta que están tan cerca.

¿Tres motivos por los que me quedo con la manicura Shellac?

-Se aplica como un esmalte
-Dura como las uñas de gel
-Se quita en pocos minutos y sin limar

Shellac promete quince días de brillo impecable, además de proteger la uña natural. Después de escribir unos cien emails, no tengo ni un rasguño. También he fregado platos, puesto lavadoras, tendido ropa y ¡como si nada! Mis uñas continúan impecables.

Mi esteticista me ha comentado que el método Shellac es perfecto para las uñas dañadas y débiles, puesto que las ayuda a volverse fuertes y resistentes. Así que con Shellac te despreocupas de tu manicura durante quince días.

Además, si te cansas del color elegido puedes aplicar el esmalte que quieras y luego quitarlo con tu quitaesmalte de siempre. Debajo volverá a aparecer, impecable, tu uña tratada con Shellac.

Si quieres lucir unos pies perfectos, también es posible con Shellac. En los pies dura bastante más que en las manos- de mes y medio a dos meses-, según lo rápido que crezcan tus uñas.

-El precio aproximado de la manicura es 35 euros y de la pedicura, unos 50.

-¿Dónde hacerla? En salones de toda España. Si vives en Madrid en Rizos, de calle Lagasca, 101. Pregunta por Vanessa. ¡Es toda una maestra!