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Málaga en dos días: Un fin de semana perfecto en la joya andaluza

Manuel Trujillo 02 Ago 2025 - 11:00 CET
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Málaga, situada en el sur de España, atesora una historia milenaria y un dinamismo urbano que va mucho más allá de la Costa del Sol. Es una ciudad que se recorre cómodamente a pie y que, en temporada baja (especialmente en otoño), ofrece una experiencia más tranquila. Además, presume de uno de los inviernos más suaves de Europa.

En dos días es posible recorrer sus principales atractivos del centro histórico, explorar rincones menos conocidos y comprobar que, pese a su legado milenario, Málaga sigue creciendo y reinventándose.

Patrimonio e historia de Málaga

El patrimonio de Málaga revela siglos de historia, con monumentos que reflejan su pasado romano, musulmán y cristiano. Muchos turistas llegan en tren de Madrid a Málaga, un trayecto cómodo que permite iniciar el recorrido nada más llegar a la estación.

La Catedral

El viaje por el patrimonio malagueño suele comenzar, casi por inercia, frente a la imponente Catedral, emblema de la ciudad. Su construcción se inició en el siglo XVI y se detuvo en 1782 por falta de fondos, dejando inacabada la torre sur, motivo por el que se la conoce como «la dama manca». La fachada ya impresiona desde el exterior, pero el interior, con una mezcla de elementos renacentistas y barrocos, destaca por la amplitud y la armonía de sus espacios.

El Teatro Romano y la Alcazaba

A los pies del Monte Gibralfaro se encuentran dos enclaves esenciales para comprender la historia de la ciudad. El primero es el Teatro Romano, del siglo I d. C., testimonio directo de la huella clásica de Málaga. Durante siglos posteriores, sus piedras fueron reutilizadas como cantera para levantar la fortaleza vecina.

El segundo es la Alcazaba de Málaga, construida en el siglo XI y unida al Castillo de Gibralfaro por una serie de murallas defensivas. La Alcazaba ofrece un recorrido asequible por patios, pasadizos y miradores, con entrada gratuita los domingos por la tarde (aunque en ese horario suelen formarse colas).

Castillo de Gibralfaro

En lo alto del Monte Gibralfaro se alza el castillo del mismo nombre, construido en el siglo XIV para reforzar la defensa de la Alcazaba y acoger a las tropas. Desde sus murallas se disfrutan vistas panorámicas excepcionales de la ciudad. Un pequeño centro de interpretación ayuda a comprender la historia y el contexto del recinto, mientras que las imponentes murallas y el patio interior completan una visita cargada de encanto histórico.

Sabores locales de Málaga

La gastronomía malagueña combina tradición y modernidad, ofreciendo desde mercados históricos y tabernas clásicas hasta propuestas creativas e internacionales. Saborear Málaga es recorrer su diversidad culinaria, donde cada bocado cuenta parte de su identidad mediterránea.

Mercado Central de Atarazanas

La esencia gastronómica de Málaga encuentra un punto de encuentro en el Mercado Central de Atarazanas, un edificio del siglo XIX levantado sobre el antiguo emplazamiento de las atarazanas del siglo XIV. Tras la conquista cristiana, el espacio tuvo distintos usos antes de transformarse en el mercado de alimentación que hoy alberga puestos de productos frescos y animados bares de tapas.

Restaurantes

Para quien busque cocina mediterránea con identidad local, El Gastronauta ofrece materias primas principalmente del sur de España, una paella de gran reputación y una selección de tapas que invitan a seguir probando. Incluso su carta de vinos rinde homenaje a la sierra malagueña.

Por su parte, Bugio combina un concepto contemporáneo con atención al producto local y una coctelería que va de lo suave a lo intenso. Entre sus platos, las pizzas destacan por la calidad de los ingredientes, mientras que entrantes como el tartar de atún rojo, los mejillones con toques tailandeses, las croquetas de jamón o las patatas bravas reinterpretadas completan la experiencia.

En un registro totalmente distinto, Buga Ramen fusiona la cocina japonesa con una estética inspirada en el anime, ofreciendo ramen de caldos intensos y fideos en su punto, además de otros platos japoneses auténticos.

Finalmente, para los amantes de las hamburguesas, GOAT apuesta por recetas elaboradas con ingredientes de calidad, como la Truffle Burger o la Goat Classic, que se pueden acompañar con patatas fritas con cheddar o pollo picante.

Desayunos y antojos

Para comenzar el día, Mala Leche ofrece desayunos a buen precio, con raciones generosas y cafés de especialidad; su combinación más popular incluye tostada de aguacate con huevos revueltos, croissant, zumo de naranja, té y yogur.

En un tono más desenfadado, The Cereal Boom Coffee, considerado el bar de cereales más grande de España, presenta variedades internacionales y leches de colores, junto con combinaciones predefinidas y clásicos de brunch como tostadas con aguacate y huevos revueltos.

Quienes desean darse un capricho dulce, pueden dirigirse a Lucciano’s. Esta heladería originaria de Argentina sirve helados artesanales muy cremosos y de sabores poco habituales.

Escena urbana de Málaga

Málaga combina historia, ocio y bienestar en un entorno que invita a recorrerla a pie tanto de día como de noche.

Hammam Al-Andalus

Este complejo recupera la esencia de los antiguos baños árabes, con sus piscinas a distintas temperaturas y un baño de vapor relajante. El acceso se organiza mediante reserva previa, lo que limita el aforo. La experiencia estándar dura unos 90 minutos e incluye un masaje de 15 minutos.

Museos

La ciudad ofrece una notable oferta museística que permite orientar un fin de semana hacia una experiencia cultural: el Museo Picasso Málaga, el Museo Carmen Thyssen Málaga, el Museo de Málaga (gratuito para ciudadanos de la UE) y el Centro Pompidou Málaga figuran entre los más visitados.

El Puerto de Málaga

Con más de 3000 años de historia, el Puerto de Málaga adquiere un ambiente más tranquilo al atardecer, cuando la mirada se pierde en el horizonte y el mar se convierte en absoluto protagonista. A lo largo del muelle, los puestos de mercado ofrecen productos variados, mientras que el paseo marítimo reúne restaurantes y tiendas muy concurridos.

En dos días, Málaga revela su mezcla única de historia, sabor y vida urbana, ofreciendo monumentos, mercados, museos y paseos junto al mar. Un fin de semana basta para enamorarse de la ciudad… y querer regresar.

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