Un total de 21 países pretenden evacuar de Libia a sus nacionales

Un total de 21 países de todo el mundo han adelantado gestiones para evacuar a sus nacionales de Libia, ante el aumento de la violencia en la represión de las protestas populares orientadas a derrocar al régimen del mandatario Muamar Gadafi.

El último país en rescatar a sus ciudadanos ha sido Turquía. Unos 3.000 turcos abandonaron Libia en la madrugada de este miércoles desde el puerto de Benghazi (este) a bordo de los ferrys ‘Orhan Gazi’ y ‘Osman Gazi’. Su llegada a la localidad turca de Marmaris (suroeste) está prevista para dentro de 20 horas.

Además, dos aviones franceses aterrizaron el martes en Trípoli, y un tercero está ya preparado para realizar el mismo recorrido, con el objetivo de poner a salvo a sus nacionales. Mientras, Grecia ha enviado tres buques de pasajeros a territorio libio para recoger a ciudadanos europeos y chinos.

En la misma línea, Rusia envió ayer el primero de los cuatro aviones que tiene listos para evacuar a los 500 rusos y a los 700 trabajadores de su empresa estatal de infraestructuras ferroviarias que viven en el país africano. En el caso de Japón, ha conseguido repatriar a 20 de sus 60 nacionales, según informa la agencia Kyodo.

Por su parte, las autoridades canadienses, estadounidenses, británicas, neerlandesas, alemanas, italianas, bosnias, búlgaras, serbias, tunecinas, saudíes, yemeníes, iraníes, indias y surcoreanas han anunciado que a lo largo de esta semana enviarán aviones y barcos para recoger a sus residentes en Libia.

En el caso de España, el Gobierno no descarta enviar un avión para recoger a los «alrededor de 90 españoles» que quedan en Libia y quieran salir del país, aunque por el momento está intentando localizarles a todos y acomodarles en otras aeronaves que tengan plazas disponibles, según informó la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez.

Entretanto, unas 4.500 personas –en su mayoría tunecinos, argelinos y libios– han abandonado el país rumbo a Túnez, según cifras de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Antes de que estallaran las protestas había más de 8.000 refugiados y 3.000 demandantes de asilo en Libia.