El Gobierno chileno descartó hoy que una ley de indulto sea la solución al hacinamiento en las cárceles del país, mientras la Iglesia católica insistió en esa idea, un día después que 81 presos murieron al incendiarse parte de una prisión en Santiago.
«No pasa la solución del hacinamiento por un indulto cuando estamos hablando de 54.000 personas. En realidad estamos hablando que un indulto podría beneficiar a algunos pocos», dijo, en declaraciones a radio Cooperativa, el ministro chileno de Justicia, Felipe Bulnes.
En tanto, el arzobispo de Valparaíso, Gonzalo Duarte, insistió en la propuesta que la Iglesia católica planteó el pasado junio, de un indulto amplio con motivo del Bicentenario de la Independencia de Chile, aunque en esa oportunidad, la idea se diluyó en el debate político.
En declaraciones a la misma emisora de radio, Duarte dijo que la propuesta sigue vigente y sostuvo que un signo de clemencia en el Bicentenario no significa ir contra la Justicia.
La idea de la Iglesia pasaba por indultar a presos ancianos, con enfermedades terminales, de buena conducta o que hubiesen cumplido la mayor parte de sus condenas.
El ministro Bulnes afirmó hoy que no cree que un indulto sea lo más efectivo para terminar con el hacinamiento en las cárceles, problema que se hizo evidente en la tragedia ocurrida este miércoles en la cárcel de San Miguel, donde se incendió una de sus torres tras una pelea entre reclusos.
El penal, situado en un populoso barrio de la capital chilena, tiene una capacidad de albergar a un millar de reclusos, pero había 1.900 entre sus muros.
«No creemos que va por ahí la solución, sino por adoptar medidas audaces y creativas para salir del letargo en que estamos abordando esta materia», dijo Bulnes.
Añadió que, en ese contexto, se debería contar con «alternativas a la cárcel, de manera que encarcelar a una persona no sea la única respuesta que ofrezca el sistema penal».
El arzobispo Duarte, en tanto, subrayó que «urge una solución» a los problemas del sistema carcelario en Chile, el principal de los cuales es el hacinamiento.
«Un signo de clemencia en el Bicentenario no significa ir contra la Justicia, significa ir a favor de la humanidad», sostuvo el prelado, que añadió que la situación carcelaria «es uno de los grandes problemas de la sociedad chilena».
Duarte dijo que «el documento del 21 de junio está completamente vigente» para que sea tomado en cuenta y se analice la posibilidad del indulto, recordando que en esa oportunidad el Gobierno dijo que haría un análisis «caso a caso», para una eventual ley de indulto.
Dijo desconocer si ese análisis se ha concretado y que el Gobierno sólo ha hablado después de un plan para humanizar la situación de las cárceles.
«Sé que el Gobierno está haciendo un esfuerzo y que éste es un problema que se arrastra por décadas», concluyó.
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