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Un día después de Berlín, la violencia golpea Mulhouse

Terror islamista en Francia: a cuchillo y al grito de ‘Alá es grande’

Un fanático musulmán mata a una persona y hiere a varias en un mercado francés

Mario Lima 22 Feb 2025 - 20:43 CET
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Turista español apuñalado por un fanático islamista sirio en el Memorial del Holocausto de Berlín

Hoy, 22 de febrero de 2025, Francia se despertó con una noticia que heló la sangre: un ataque terrorista en Mulhouse, una ciudad del este cercana a la frontera con Alemania.

Un facinerosos armado con un cuchillo dejó un muerto y varios heridos, entre ellos policías, en el mercado cubierto del canal.

Las autoridades francesas no dudaron en calificarlo como un “acto de terror”.

El homicida, detenido tras el ataque, gritó “Allahu Akbar” —“Alá es grande” en árabe— mientras arremetía contra sus víctimas.

Estos ataques no son aislados.

El 15 de febrero, un sirio radicalizado mató a un adolescente en Villach, Austria, también al grito de “Alá es grande”.

En nueve meses, Europa ha visto cinco atentados mortales ligados a inmigrantes radicalizados.

La pregunta es inevitable: ¿está fallando el control?

En Francia, el atacante de Mulhouse estaba bajo vigilancia y tenía una orden de expulsión.

En Alemania, el de Berlín era un refugiado sirio con asilo concedido.

Los sistemas de seguridad detectan a estos individuos, pero no logran neutralizarlos a tiempo.

Es un problema que cruza fronteras y pone a prueba a los gobiernos.

Un sábado de horror en Mulhouse

Eran las 15:40 hora local cuando el caos estalló en Mulhouse.

El atacante, un hombre de 37 años de origen argelino, irrumpió en el mercado y comenzó a apuñalar a quien se cruzaba en su camino.

Un civil, un portugués de 69 años que intentó detenerlo, perdió la vida.

Tres policías municipales también resultaron heridos: uno con un corte en la carótida, otro en el tórax y un tercero con lesiones leves.

Los agentes intervinieron rápido y lograron arrestar al sospechoso en la calle Lavoisier, cerca de la plaza del mercado.

Michèle Lutz, alcaldesa de la ciudad, lo expresó claro en su cuenta de Facebook: “El horror se ha apoderado de nuestra ciudad”.

No es para menos. El ataque ocurrió en un lugar concurrido, durante una manifestación de apoyo a la República Democrática del Congo.

La escena era cotidiana hasta que se tiñó de tragedia.

¿Quién es el atacante?

El hombre no era un desconocido para las autoridades.

Estaba fichado en el FSPRT, el registro francés para prevenir la radicalización terrorista.

Nacido en 1987 en Argelia, tenía una orden de expulsión pendiente —una OQTF— que nunca se ejecutó. Vivía bajo control judicial, pero eso no impidió que actuara.

Según Nicolas Heitz, fiscal de Mulhouse, el atacante gritó “Allahu Akbar” durante el asalto, un detalle que encendió las alarmas sobre sus motivaciones.

La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) tomó las riendas del caso.

Están investigando por “asesinato terrorista” y “tentativa de asesinatos terroristas” contra agentes públicos. Por ahora, creen que actuó solo, pero no descartan nada.

Francia reacciona

El presidente Emmanuel Macron no tardó en hablar.

Desde París, donde visitaba el Salón de la Agricultura, dijo: “Es un acto terrorista islamista, no cabe duda”.

Mostró solidaridad con las víctimas y prometió seguir luchando contra el terrorismo, un tema que lleva ocho años en su agenda.

El ministro del Interior, Bruno Retailleau, ya está rumbo a Mulhouse para evaluar la situación en persona. Esta noche dará más detalles.

La rapidez de la respuesta oficial refleja la gravedad del momento.

Francia ya vivió un ataque similar en Arras en octubre de 2023, cuando un radical mató a un profesor. Ahora, el país vuelve a estar en alerta máxima.

Un eco en Berlín

No es casualidad que este ataque resuene más allá de Francia.

Ayer, 21 de febrero, un turista español de 30 años fue apuñalado en el cuello junto al Monumento al Holocausto en Berlín.

El atacante, un refugiado sirio de 19 años, también tenía antecedentes de radicalización.

Quería “matar judíos”, según la policía alemana. La víctima, operada de urgencia, está fuera de peligro, pero el susto sigue vivo.

Dos ataques con cuchillo en dos días, ambos con gritos de “Allahu Akbar”, pintan un panorama inquietante.

Y todo esto a 24 horas de las elecciones anticipadas en Alemania, previstas para el 23 de febrero. La inmigración y la seguridad son temas candentes en la campaña. El partido ultraderechista AfD podría sacar provecho del miedo.

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