Un vínculo bilateral en pausa
Las relaciones diplomáticas entre España y Estados Unidos atraviesan en 2025 uno de sus momentos más delicados. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca coincidió con una etapa de cautela mutua marcada por diferencias sustantivas: el reconocimiento español a Palestina, la negativa del Gobierno de Pedro Sánchez a elevar el gasto en Defensa hasta el 5% del PIB y la falta de gestos políticos hacia Washington han erosionado los contactos bilaterales.
Desde el entorno de Trump se percibe a España como un socio reticente en un momento de redefinición del orden internacional, con una Unión Europea que Washington considera en crisis y menos alineada con sus prioridades estratégicas.
Venezuela, prioridad en la agenda de Washington
Mientras tanto, Estados Unidos ha intensificado su política de presión contra la narcotiranía de Nicolás Maduro. Señala un informe de Infobae que según informaciones recogidas por medios estadounidenses, no se descarta una intervención de alcance limitado si Caracas no modifica su comportamiento. El propio Trump, en comparecencias públicas, ha vinculado cualquier acción a la lucha contra el narcotráfico, asegurando que su objetivo es neutralizar a quienes “traen drogas” al país.
En reuniones de gabinete, el presidente reiteró que evitaría una guerra convencional, pero dejó abierta la puerta a operaciones selectivas, en línea con su estrategia de seguridad hemisférica.
El “Pollo” Carvajal y las sombras sobre la política española
La escalada de tensión volvió a poner bajo los focos a Hugo “El Pollo” Carvajal, exjefe de inteligencia venezolano extraditado a EE. UU. en 2023. Ya en 2021, tras su detención en Madrid, Carvajal había hablado ante la Audiencia Nacional de presuntos vínculos entre el chavismo y actores políticos españoles.
Años después, y con el proceso judicial avanzado en Estados Unidos, varios medios españoles se hicieron eco de informes internos estadounidenses que señalan al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero como uno de los principales apoyos internacionales del régimen de Maduro, junto a figuras clave del chavismo como Delcy Rodríguez, Diosdado Cabello y Vladimir Padrino López.
En septiembre, el subsecretario de Estado Christopher Landau sugirió públicamente retirar el visado estadounidense a Zapatero, equiparándolo en su mensaje a altos cargos chavistas sancionados por Washington.
Revelaciones pendientes y el “Cártel de los Soles”
El foco se intensificó tras conocerse la intención de Carvajal de entregar nueva información a la Fiscalía estadounidense sobre presuntas redes de corrupción y narcotráfico. Según trascendió, el exmilitar habría remitido un documento al presidente Trump describiendo la estructura del llamado “Cártel de los Soles”, organización que, de acuerdo con su testimonio, habría articulado tráfico de cocaína, influencia política internacional y vínculos con servicios de inteligencia extranjeros.
Huawei y la brecha tecnológica
Otro punto de fricción fue la adjudicación en España de contratos a la empresa china Huawei, uno de ellos por 12,3 millones de euros para gestionar escuchas telefónicas judiciales. La decisión provocó la reacción de los presidentes de los comités de inteligencia del Congreso estadounidense, quienes pidieron revisar el intercambio de información con Madrid ante el riesgo de filtraciones.
Aunque el Gobierno español defendió la seguridad del sistema y canceló posteriormente otro contrato por razones de “autonomía tecnológica”, la desconfianza persistió en Washington.
Defensa, OTAN y un nuevo marco estratégico
La política de Defensa completa el cuadro del desencuentro. La administración Trump exige a los aliados de la OTAN destinar al menos el 5% del PIB a gasto militar para acceder a acuerdos preferenciales. España, que no alcanza ni prevé alcanzar ese umbral, quedaría fuera de esos beneficios.
Trump llegó incluso a criticar públicamente a Madrid, asegurando que “siempre hay un problema con España”, en un contexto en el que Washington afirma que ya no sostendrá en solitario el orden mundial.
Un escenario de alta tensión
El resultado es un panorama complejo y multidimensional: relaciones bilaterales enfriadas entre España y Estados Unidos, una presión creciente sobre el régimen venezolano y una serie de revelaciones que amenazan con tener impacto político y judicial en ambos lados del Atlántico. Según destaca Infobae, el eje Caracas–Madrid vuelve a situarse en el centro de una disputa internacional con consecuencias que trascienden lo diplomático y alcanzan la seguridad, la tecnología y la estabilidad regional.
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