Periodistadigital América Home
3 segundos 3 segundos
Coronavirus Coronavirus La segunda dosis La segunda dosis Noticias Blogs Videos Temas Personajes Organismos Lugares Autores hemeroteca Enlaces Medios Más servicios Aviso legal Política de Privacidad Política de cookies
-

Con trampas supera ya al Inditex de Amancio Ortega y se consolida como líder global en ventas de ropa low-cost

Shein, el gigante chino de la moda que explota a sus trabajadores y al Planeta Tierra

Su modelo de negocio 'fast fashion' bordea el esclavismo y genera preocupación por su impacto ambiental

Mario Lima 14 Ene 2025 - 08:24 CET
Archivado en:

Más información

Las 10 familias más ricas del mundo y el origen de su fortuna

Las 10 personas más ricas de España

Tramposos, esclavistas, desalmados y encima plagiarios sin escrúpulos.

Pero no paran y consolida a Shein como líder global en ventas de ropa low-cost.

Shein, el coloso chino del comercio electrónico, ha revolucionado la industria de la moda rápida con un modelo de negocio que desafía a los gigantes tradicionales del sector.

Fundada en 2008 por Chris Xu, la compañía se ha convertido en un fenómeno global, alcanzando una valoración de 92.000 millones de euros y superando a titanes como Inditex y H&M.

El éxito de Shein se basa en una fórmula brutalmente simple: precios ultrabajos, constante renovación de catálogo y presencia exclusivamente online.

La empresa lanza entre 700 y 1.000 nuevos artículos diariamente, manteniendo un inventario en constante rotación.

Su estrategia se apoya fuertemente en el análisis de datos y las tendencias en redes sociales para predecir la demanda.

Sin embargo, detrás de este meteórico ascenso se esconde una realidad preocupante.

Una investigación reciente de la BBC ha sacado a la luz las condiciones laborales en las fábricas que producen para Shein, revelando prácticas que bordean el esclavismo moderno.

Jornadas extenuantes y salarios míseros

En las fábricas de Guangzhou, epicentro de la producción de Shein, los trabajadores se enfrentan a jornadas laborales que desafían los límites de la resistencia humana.

«Si un mes tiene 31 días, trabajo 31 días», confiesa una costurera a los investigadores de la BBC.

Las jornadas se extienden hasta 18 horas diarias, con un único día libre al mes.

El sistema de pago por pieza agrava la situación.

Los trabajadores cobran apenas 0,04 céntimos de euro por prenda, lo que les obliga a mantener un ritmo frenético para alcanzar un salario digno.

Para ganar 700 euros al mes, una costurera debe producir entre 500 y 600 prendas diarias, una meta casi imposible que las empuja a extender sus jornadas hasta límites insostenibles.

Condiciones laborales precarias

Las fábricas que trabajan para Shein no solo explotan a sus empleados con jornadas maratonianas y salarios míseros, sino que también ponen en riesgo su salud y seguridad.

Los investigadores de la BBC descubrieron instalaciones precarias, con escasa ventilación y medidas de seguridad insuficientes.

Molly Miao, CEO de Shein, defiende que la compañía produce inicialmente entre 50 y 100 piezas de cada nuevo artículo para «minimizar la cantidad de residuos y desechos».

Sin embargo, esta estrategia de producción a pequeña escala inicial no mitiga el impacto ambiental ni mejora las condiciones laborales de los trabajadores.

El coste ambiental del fast fashion

El modelo de negocio de Shein no solo tiene un alto coste humano, sino también ambiental.

La industria de la moda rápida es responsable del 10% de las emisiones globales de carbono y consume aproximadamente 100 millones de toneladas de petróleo cada año.

Un informe de Greenpeace publicado en 2022 titulado «Los trapos sucios de SHEIN: Un modelo de negocio basado en las sustancias químicas peligrosas y la destrucción del medio ambiente» reveló que el 15% de las prendas analizadas contenían sustancias químicas que superaban los límites reglamentarios de la Unión Europea.

La adicción al consumo

Shein ha sabido capitalizar la adicción al consumo de la Generación Z, convirtiéndose en la marca más mencionada en TikTok.

Su estrategia de marketing se basa en la colaboración con microinfluencers a través de su programa SheGlam, creando una red de embajadores de marca que promocionan constantemente sus productos.

Este modelo de negocio fomenta un consumismo extremo.

En un mundo donde el consumidor promedio desecha el 60% de las prendas en el mismo año de su compra, la estrategia de Shein de renovación constante del catálogo agrava el problema de los residuos textiles.

La revelación de las condiciones laborales en las fábricas de Shein ha provocado una ola de indignación en redes sociales y llamados al boicot de la marca. Organizaciones de derechos laborales y ambientales exigen una investigación exhaustiva y medidas correctivas inmediatas.

Daniel Swain, experto en sostenibilidad de la moda, advierte: «El modelo de Shein es insostenible tanto desde el punto de vista humano como ambiental. Es urgente una regulación más estricta del sector de la moda rápida».

Jornadas laborales excesivas

Salarios bajos y penalizaciones

Condiciones precarias

No sólo es en el terreno laboral, donde los chinos de Shein hacen trampas:

  1. Uso de inteligencia artificial y algoritmos:

  1. Producción masiva y ultrarrápida:

  1. Copias exactas de diseños:

  1. Opacidad en la cadena de producción:

  1. Precios ultrabajos:

  1. Volumen de negocio:

Estas prácticas han llevado a numerosas demandas legales contra Shein.

La empresa enfrenta actualmente 50 juicios federales en Estados Unidos por infracción de derechos de autor y marcas registradas.

Chris Xu (SHEIN)

Los dueños y creadores de Shein:

Chris Xu es considerado el creador y principal impulsor de Shein:

Fortuna estimada de Chris Xu:

Más en Asia

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by