Es una verdad biológica incontestable que la vida humana no comienza con el nacimiento, sino tras la fecundación. Y es que no hay un solo ser humano que no haya sido un embrión de segundos, minutos, horas, días y semanas de gestación hasta que finalmente nace. La embrionaria es, por tanto, una fase más de la vida de cualquier persona. Sin embargo, en esta etapa de nuestra existencia el derecho a vivir no está garantizado mientras que una vez nacido, ese derecho sí rige.
De la misma forma que la izquierda hoy viola la biología más elemental afirmando que no existe el sexo, sino el género y que cada persona puede ser lo que «autoperciba» sobre sí misma, hace ahora 40 años la izquierda aprobó una aberración que no por haber pasado 4 décadas sigue siendo una monstruosidad: haber hecho legal que se dé muerte a un ser humano con total impunidad sólo por el hecho de que ese ser humano aún no ha nacido.
En esta salvaje tradición de matar bebés no natos, la izquierda es realmente activa en poner en marcha todo tipo de iniciativas que mantengan la supremacía del relato que han conseguido imponer en buena parte de la sociedad y ahora el Ministerio de Sanidad, liderado por Mónica García, ha puesto en marcha la plataforma digital ‘Quiero abortar’.
Esta web tiene como objetivo ofrecer información exhaustiva sobre cómo poner fin a la vida humana que toda mujer embarazada tiene en su interior. Sin embargo, su llegada no ha pasado inadvertida; más bien, ha causado un verdadero revuelo político y mediático. La ministra camufla su página de la muerte con palabras buenistas como que busca que “ninguna mujer se sienta sola ni desinformada” al afrontar una decisión tan complicada.
No obstante, tanto el enfoque de la página como su denominación han sido suficientes para que la controversia salte del ámbito sanitario al político. Las críticas han surgido con rapidez, especialmente desde los defensores del derecho a la vida, que acusan al Gobierno de Pedro Sánchez y a Mónica García de “frivolizar” un asunto extremadamente sensible y de “fomentar el aborto” incluso fuera del marco legal establecido en España.
Podrida de ideología a favor de la muerte, Mónica García sigue soltando todo tipo de estupideces para justificar que se mate a bebés no nacidos. La penúltima ha sido afirmar que poder dar muerte a un bebé es una cuestión de clase. Según esta aberrante afirmación, sólo las mujeres con dinero podrían matar a sus hijos.
Otros condicionantes para matar bebés por nacer que detecta la ministra García, son los diferentes criterios que se aplican en las comunidades autónomas en lo referido a la objeción de conciencia de los médicos que se niegan a esta monstruosidad y no practican abortos y la falta de recursos públicos. Actualmente, solo cinco comunidades tienen activo una lista negra de los médicos que se niegan a dar muerte a bebés en el seno materno, algo que para García impide que se pueda matar igual a los niños no nacidos en toda España.
El punto más polémico: los límites legales
Uno de los apartados más controvertidos es aquel que aborda cómo proceder si una mujer quiere dar muerte a su bebé tras haber transcurrido casi 6 meses de gestación, que es límite legal para hacerlo. Aunque con el coladero de las «causas médicas graves» como la vida de la madre, se puede seguir abortando pasado ese tiempo de gestación. Algo doblemente perverso. Primero porque con la medicina actual es prácticamente imposible que una mujer muera por llevar a término su embarazo. Y, en segundo lugar, porque la medicina de neonatos ya consigue en muchos casos sacar adelante a bebés con sólo meses de gestación. Asi que se da la aberración de que a unos bebés los matan con 5,5 meses de embarazo y en otros se trata por todos los medios de salvar su vida. La diferencia entre salvar y matar sólo viene dada por la voluntad de la madre.
Para aquellas gestantes que quieran dar muerte a su bebé pasados los 5 meses de gestación, en la macabra web de García se sugiere ir a países como el Reino Unido, donde el plazo para el infanticidio es un poco más amplio que el español, pasando de 22 semanas a 23 semanas y 6 días. También se recomienda ir a otros países como México o Estados Unidos. Esta recomendación ha sido intepretada como una invitación a evadir la legislación española.
El número de infanticidios de bebés por nacer que se producen cada año es dantesco. Según los últimos datos disponibles, del año 2023, nada menos que 103.000 bebés fueron matados antes de nacer. En términos estadísticos se calcula que 1 de cada 4 mujeres decidió privar a su propio hijo del derecho a vivir.
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