No respetan a nada ni a nadie. La progresía, ya sea política o mediática, funciona así. Los plumillas de la izquierda reparten carnets deontológicos y creen que son los únicos que pueden moverse por las redes sociales insultando a diestro y siniestro.
Por eso les molesta que alguien como el escritor y columnista de ABC Hermann Tertsch tenga voz propia en Twitter y siempre sale algún ‘iluminado’ a hacer la gracia. En este caso el aspirante a la mamarrachada del día ha sido el periodista Antón Losada, quien no ha digerido la apreciación de Tertsch a cuenta de su vídeo sobre el nombramiento del exministro de Educación, José Ignacio Wert, como embajador de OCDE.
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