El Copenhague no tiene mucho nombre en la Liga de Campeones, pero se lo está ganando a pulso. Aunque no se lleve el torneo, se da por satisfecho porque con encuentros como el que le jugó anoche al Barcelona es como un equipo se gana el respeto de los rivales. El campeón danés es de los que intenta jugar y no se rinde, de los que vende su piel muy cara, de los que incluso diseñan muy bien los partidos con una buena carga ambiental …
Lea el artículo completo en www.elpais.es
Más en Otros medios
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home