España no quiere que surja un Estado fallido a algo más de 300 kilómetros de Canarias y Mauritania está en riesgo de ser una segunda Somalia en la otra punta de África. De ahí que la prioridad del Gobierno español no haya sido restablecer la democracia derrocada, en agosto de 2008, por un golpe de Estado castrense del general Mohamed Ould Abdelaziz, sino el «interés nacional» …
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