Magallánicos flexibilizan el cierre de comercios y rutas tras el fracaso del diálogo

Los dirigentes vecinales de la región chilena de Magallanes decidieron hoy flexibilizar los bloqueos de las rutas y el cierre de comercios decretados hace cuatro días en protesta por el alza en el precio del gas, tras fracasar ayer las negociaciones con el Gobierno.

Estas medidas buscan facilitar el tránsito de los centenares de turistas que se hallan varados en esa región austral, así como permitir la llegada de productos básicos para que los ciudadanos se reabastecan de víveres.

Sin embargo, en una rueda de prensa en Punta Arenas, la capital regional, los portavoces de la Asamblea Ciudadana llamaron a los magallánicos «a estar atentos a la radicalización de las movilizaciones y a permanecer en los lugares de convocatoria».

Los dirigentes vecinales explicaron que a partir de hoy se facilitará el tránsito de extranjeros, ancianos, niños, mujeres embarazadas y personas con discapacidad física que se encuentran de visita en la región.

«Esto se aplica en el traslado de personas hasta el aeropuerto de Punta Arenas, tanto desde la propia ciudad como desde Puerto Natales y alrededores. Los traslados se realizarán en vehículos dispuestos o coordinados por la Asamblea», señalaron durante la lectura de un comunicado.

Aunque las aerolíneas han seguido operando sus vuelos a Punta Arenas, la ruta entre la ciudad y el aeropuerto ha permanecido cortada durante cuatro días, lo que ha obligado a muchos viajeros a recorrer a pie los cerca de 20 kilómetros que los separan.

Otros quedaron varados en Puerto Natales, la ciudad más cercana al turístico Parque Nacional de Torres del Paine.

En un comunicado, la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (Achet) manifestó ayer su «preocupación» por esta situación, que podría ocasionar pérdidas millonarias y un deterioro de la imagen, no sólo de la Patagonia, sino «del país como destino seguro».

En tanto, los vecinos también facilitarán el tránsito de vehículos en casos de emergencias médicas que estén certificadas.

Además, a partir de las 14.00 hora local (17.00 GMT) de este sábado desbloquearán la entrada a las ciudades durante sesenta minutos cada doce horas para permitir «sólo el ingreso de bienes y productos de primera necesidad», advirtieron.

También accederán a partir de hoy a la apertura de almacenes y supermercados entre las 10.00 y las 16.00 horas para que los vecinos puedan abastecerse de víveres.

Según la Asociación del Comercio Detallista, un 80% de los pequeños almacenes ha participado en el paro, al que ayer se sumaron los trabajadores de dos importantes cadenas de supermercados.

Los habitantes protestan contra la decisión, tomada a fines de diciembre por la estatal Empresa Nacional del Petróleo (Enap), de incrementar a partir del 1 de febrero un 16,8% el precio del gas a los usuarios de Magallanes.

El diálogo con el Gobierno, que contó con la mediación del obispo de Punta Arenas, Bernardo Bastres, fracasó en la noche de este viernes después de que la Asamblea rechazara un incremento del precio del gas basado en la inflación (3%), en lugar del 16,8% inicial.

La Asamblea defendió hoy su postura al señalar que ese 3% se aplicaría entre febrero y septiembre, pero si en ese periodo no se lograba un acuerdo, a partir de octubre se impondría el alza del 16,8%.

El Gobierno asegura que Enap acumula una deuda de 4.000 millones de dólares y sus reservas se pueden agotar de aquí a 2017, por lo que el alza puede ayudar a hacer más atractivas las inversiones.

Los magallánicos argumentan que el gas es vital en esa región, sometida a bajas temperaturas durante todo el año, y que en esa remota área pagan más por la mayoría de productos, que se importan desde otras partes del país.