Anna Nicole Smith, sex symbol famosa por sus descomunales pechos de silicona y su matrimonio con un multimillonario octogenario, no superó en vida el nivel de las crónicas de cotilleo. Pero cuatro años después de su muerte, en febrero de 2007, víctima de una sobredosis de fármacos, ha sido encumbrada a la categoría de las heroínas de Puccini, Verdi o Bizet por la Royal Opera House de Londres …
Lea el artículo completo en www.elpais.es
Más en Otros medios
CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL
QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE
Buscamos personas comprometidas que nos apoyen
CONTRIBUYE
Home