Conde-Pumpido dice que la UE tiene «una moneda del siglo XXI» pero no instituciones jurídicas para defenderla

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha señalado este jueves en Santander que la Unión Europea (UE) tiene «una moneda del siglo XXI», el euro, pero no ha construido aún instituciones jurídicas para su defensa, como podría ser la Fiscalía europea, prevista en el Tratado de Lisboa.

Así lo ha indicado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ha pronunciado la conferencia ‘Justicia y seguridad en el siglo XXI’, enmarcada en el curso ‘La España 2020: una perspectiva global’.

Conde-Pumpido ha destacado que el euro es «una moneda de futuro», pero que «patina en un escenario resbaladizo» en el que los intereses financieros de la comunidad europea están inmersos en «una crisis importante».

En este sentido, ha recordado que el Tratado de Lisboa contempla la posibilidad de crear a partir de Eurojust una Fiscalía europea para proteger «penalmente» los intereses financieros de la UE.

Algo que, en su opinión, hay que «poner en marcha», porque los intereses financieros de la UE «no son ni más ni menos que los intereses financieros de cada uno de los miembros», ya que si «unos quiebran, otros pagan», ha indicado Conde-Pumpido. Por ello, ha considerado necesario crear la Fiscalía europea.

JURISDICCION UNIVERSAL

Además, Conde-Pumpido ha abogado por crear una «justicia penal internacional», una jurisdicción universal, que sirva para construir «un estado de derecho universal» para este mundo «globalizado».

El fiscal general del Estado ha considerado que, en la actualidad, cualquier bien jurídico o cualquier infracción de las reglas de convivencia opera en «un mundo sin fronteras», un mundo que carece de fronteras para el delito pero mantiene las de la Justicia.

En este sentido, Conde-Pumpido ha destacado que «la idea del Poder Judicial de un país es una manifestación de poder vinculada al concepto de soberanía», que «es ya tan vieja como el telégrafo».

Por ello, el fiscal general del Estado ha abogado por la «mundialización del Estado de Derecho» y por «consolidar sin complejos y sin reticencias una abierta vocación de colaboración con un concepto de Justicia que supere las fronteras».